Intentar quedar o hablar con Gabriel Ordás (Oviedo, 1999) y no encontrarle ensayando, componiendo o escuchando música es una misión casi imposible. Y eso que este joven compositor y músico ovetense asegura estar "en un periodo de calma". Pero, esa calma de la que presume es casi una ilusión óptica porque, aunque por fin se ha podido concentrar en la composición de su primera ópera, y puede dedicar algo de tiempo a sus estudios de 2º de Bachillerato, dentro de menos de un mes iniciará uno de los periodos más emocionantes de su corta vida.
A sus 16 años, Ordás estrena en noviembre dos obras compuestas por él en el auditorio Príncipe Felipe de Oviedo. La primera, una obertura que interpretará la orquesta Oviedo Filarmonía, el 11 de noviembre, en el marco de las Jornadas de Piano "Luis G. Iberni". La segunda, una obra corta para piano y solista que rinde homenaje a Miguel de Cervantes, coincidiendo con el cuarto centenario de su muerte, que se presentará el 20 de noviembre, en las Jornadas de "La Castalia".
"He pasado un verano bastante movidito", dice entre risas. Y es que, aunque el encargo que le hizo el Ayuntamiento para conmemorar el XXV Aniversario de las Jornadas de Piano le llegó hace unos meses, "cuando estaba dándole los últimos retoques, en los meses de julio y agosto, me llegó el encargo de la asociación 'La Castalia'", afirma. Y eso no fue lo único que hizo durante sus supuestos meses de vacaciones, porque entre la obertura, que lleva el título "Proyecciones sinfónicas" y que será dirigida en concierto por el maestro Yaron Traub, y la obra para voz y pianista acompañante, titulada "A Cervantes" y que será interpretada seguramente por la soprano gallega Carmen Subrido, "hice una obra de cámara inspirada en las estrellas fugaces". No era ningún encargo y no tiene fecha ni lugar de presentación, pero es que Javier Ordás no puede estar quieto ni de viaje. "Nos invitaron a una casa en un pueblo de León y coincidió con el fenómeno de las perseidas. Nos quedamos toda la noche tirados mirando el cielo, y me pareció algo tan bonito que me inspiró. Aunque la obra la hice solo en dos semanas, estoy contento con el resultado".
Dice estar tranquilo por los estrenos, pero a la vez la emoción que le embarga cuando habla del tema hace que se le escape cierto nerviosismo. "Son dos cosas muy importantes. Que me encarguen una composición para el aniversario de las jornadas y que la interprete la Oviedo Filarmonía es un honor. Un puntazo. Estoy encantadísimo, y más cuando esté escuchando lo que hacen los músicos ese día", reconoce. Pero, como si fuera un buen padre, no quiere manifestar preferencia especial por uno de sus hijos. "Y lo de Cervantes también es algo maravilloso. Es una obra especial, inspirada en el poema 'Un soneto a Cervantes' de Rubén Darío, y que mezcla perfectamente la época original con mi visión contemporánea. Además estarán los maestros Antón García Abril y Guillermo Martínez. Es un lujo".
