Los jabalíes del monte Naranco están revelándose como consumados especialistas en el arte del camuflaje. Pese a sus continuas incursiones en la ciudad, pese a la sospecha de que en los últimos tiempos los cerdos salvajes se habían reproducido a un ritmo trepidante, lo cierto es que a los cazadores está costándoles encontrarlos. En las cinco semanas de temporada de caza transcurridas hasta la fecha, las cuadrillas suman 15 cerdos salvajes, una cifra muy inferior a la inicialmente prevista. "Es de suponer que se esconden en una zona de seguridad muy abajo", señala Carlos Cuervo, presidente de la Sociedad de Cazadores "La Perdiz", de Llanera. En este contexto, "muy abajo" significa cerca de zonas habitadas, donde la acción de los cazadores está muy limitada a causa de la presencia de personas.

Los integrantes de La Perdiz tienen dividida la ladera del Naranco en dos lotes. En el oeste (Ules, Loriana, Llampaxuga...), en las cinco cacerías desarrolladas hasta la fecha sólo han logrado cobrarse tres piezas. En el lote este (más hacia Fitoria y Lugones), las cinco batidas han sumado doce ejemplares. "Hasta ahora hemos cazado muy pocos. En algunas cacerías, uno y de milagro", indica Carlos Cuervo.

¿Posibles causas de este pobre balance? "No creo que hayan acabado con ellos", señala el presidente de los cazadores llanerenses en alusión a las salidas organizadas por los agentes de la Guardería Rural del Principado, que han abatido en lo que va de año 28 jabalíes en 23 aguardos, en su intento de controlar la superpoblación de estos animales en el municipio de Oviedo.

El Ayuntamiento ha llegado a reconocer que las frecuentes incursiones, sobre todo desde el pasado mes de mayo, de cerdos salvajes en barrios como La Florida o Vallobín -aunque llegando incluso mucho más al centro, por ejemplo a "Villa Magdalena"- dibuja una situación "preocupante y grave".

Entre tanto, la Consejería de Desarrollo Rural del Principado ha firmado un convenio con la Universidad de Oviedo para elaborar un análisis que "proponga medidas de actuación sobre actividades a desarrollar por el Principado, los ayuntamientos y también colectivos de ciudadanos", según explicó la titular del Departamento, María Jesús Álvarez.

La Consejera ha insistido en el relevante papel de las sociedades de cazadores en el control de esta especie. "Les hemos pedido que agoten el cupo que tienen de seis jabalíes por batida", señaló la semana pasada María Jesús Álvarez durante una intervención en la Junta General del Principado. "Ya nos gustaría llegar al cupo de seis", replicó ayer Carlos Cuervo, quien señaló que el balance registrado hasta ahora es similar al del año pasado por estas mismas fechas. Los cazadores confían en que la llegada del frío y la intensificación de los efectos del otoño -entre ellos la caída de la hoja- facilite la acción de los cazadores, que en la pasada temporada de caza sumaron 70 jabalíes cazados.