La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La bolera central

La leyenda que flirteó con la bici

Javier Pruneda, que el miércoles se convirtió en el roscador más laureado de la historia, estuvo a punto de cambiar los castros a finales de los ochenta por el ciclismo federado

Pruneda recibe la medalla de oro de manos de la edil de Siero Natividad Álvarez en Lugones. L. B.

Toda gran historia tiene tras de sí una gran dosis de casualidad y en el mundo de los bolos un claro ejemplo es la de Javier Pruneda. El naveto, que el miércoles se convirtió en el roscador más laureado de todos los tiempos, no habría llegado a lograr tal hito de haberse decantado en su día por el mundo del ciclismo federado, un especialidad con la que flirteó en el año 1989, pero que por suerte para los aficionados a los bolos abandonó en un año para volver a los castros.

La trayectoria y, sobre todo, los inicios de Pruneda en los bolos son de los más curiosos. La separación de sus progenitores le llevó a vivir a Nava, precisamente al lado de la bolera de la peña El Che. Fue en aquel castro donde vivió como espectador su primera gran partida. La final del entonces denominado Campeonato de España de 1986 entre dos leyendas como Sabino y "Chiruca" abarrotó la bolera e hizo que la cuatreada le llamase la atención por primera vez. "Fue impresionante", señala cada vez que lo recuerda.

Sin embargo, no sería hasta un año más tarde cuando comenzaría a practicar, formando parte de una gran hornada de jugadores como los hermanos Dani Loredo y Rubén Laredo, Alejandro Díaz, Milito Palacio o Marco Martínez, entre otros, entre los que al principio apenas destacaba. Unos difíciles comienzos que quizás fueron los que le llevaron a probar suerte con la bicicleta. Una afición que sin embargo no le terminaría de llenar y, como todo apasionado de los bolos, le devolvería a la bolera meses después.

Fue este retorno del hijo pródigo el que dio paso luego a una carrera deportiva meteórica. En 1990 ya logró los primeros triunfos en categoría infantil y en el 92 fue campeón de Asturias juvenil. Su desarrollo en las categorías inferiores discurrió de forma paralela con un constante progreso en categoría senior que en 1993 le llevó a ganar su primer gran torneo en Mieres ante otra leyenda gigante como José Luis Bilbao, en un memorable 16 a 15 que los aficionados no olvidan.

Ello fue sólo el principio. En 1994 era ya campeón de España tras derrotar a Bernardo Menéndez, con el que desde entonces inició un dominio incontestable que hoy día se ha abierto a otra figura como Sergio Hevia. En 1995 se proclamó campeón del Mundo individual y por parejas, sumando dos más en esta última especialidad. Los Campeonatos de España se fueron sucediendo hasta más allá de 2003 cuando pasaron a denominarse "Campeonato de Asturias de Primera Categoría".

En 2012 logró igualar a Bernardo Menéndez en el palmarés histórico a nueve títulos. Una marca que estuvo a punto de superar en las dos últimas temporadas, pero finalmente cayó derrotado en sendas finales ante un pujante Sergio Hevia, que con 21 años es un claro aspirante a tratar de superar el historial de Pruneda.

Hito que sí llegaría por fin el pasado miércoles en la bolera municipal de Lugones. El de Nava, que lleva afincado en Infiesto desde que contrajo matrimonio con Mariola Arena a los 28 años, derrotó al joven Andoni Santiago, de la peña La Juécara, por un claro 14 a 6 que no hizo más que confirmar de nuevo el acierto que supuso el abandono del ciclismo federado por los bolos.

Un mundo de la bici que, sin embargo, no abandonó del todo, sino que le permite estar en perfecta forma a sólo unos días de cumplir los 41 años, pues su actividad sobre las dos ruedas le ha permitido en los últimos tiempos bajar unos kilos y trasladar esa mejoría de forma al tiro.

De todos modos, el camino no fue fácil, pues quienes conocen a Pruneda saben que su forma arrolladora de jugar no fue fruto de la casualidad ni el talento innato. Las largas jornadas de entrenamiento durante años en las que consiguió primero pulir un estilo de lanzamiento único y singular y después mantenerse en lo más alto son clara muestra de un éxito construido sobre la base del sacrificio personal.

El resultado no puede ser más satisfactorio, puesto que a los diez títulos absolutos hay que sumar hasta más de 70 campeonatos individuales de primer nivel entre los que destacan seis ediciones del Torneo "Un Millón para el Mejor". Una cita ya desaparecida en la que el naveto solía sacar lo mejor de sí mismo y llegó a dominar en las cuatro primeras ediciones, provocando las bromas del entonces alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo. "A este paso, el Ayuntamiento te va a pagar el piso", comentó con sorna el regidor tras entregarle por cuarto año consecutivo los 6.000 euros correspondientes al primer premio.

Una simple anécdota de la admiración que levanta este campeón al que de momento sólo otra leyenda viva como Bernardo Menéndez, de 48 años, tiene a tiro en un ranking histórico en el que también destaca el mítico Catro con cinco títulos, seguido por Isidro Álvarez, que ganó tres títulos absolutos tras participar en diez finales.

Compartir el artículo

stats