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Al Final De La Semana

La única bandera del tripartito

El gobierno local apuesta firme por la remunicipalización de los impuestos pese a la amenaza judicial

Que se sepa, nadie ha inventado la bandera tripartita, que podría empezar a diseñarse si prospera el modelo Oviedo de gobiernos en difícil equilibro a tres bandas dentro de los llamados Ayuntamientos del cambio. Con partidos en estos gobiernos tan contrarios a las banderas, son sin embargo aficionados a colgar las suyas del balcón municipal, a veces en plan gamberro, como esa del pasado 12 de octubre en Oviedo que dos concejales no identificados izaron para reclamar por los derechos de los pueblos indígenas. Fuera de las banderas con causa, en Oviedo, la única que une a este gobierno de tiranteces es la de la remunicipalización de los servicios. Es decir, devolver al cobijo de la manta pública los servicios que habían pasado a manos de empresas privadas por la vía de la concesión. La recaudación de impuestos, incluido el cobro de multas, estaba en el punto de mira del tripartito desde el mismo día que empezaron a mandar. Pero no todo es tan sencillo.

La amenaza judicial

Un Ayuntamiento con sus grandes retos en la bandeja de cosas por hacer -recuperar el Asturcón, poner en marcha presupuestos participativos...- se vio estos días ante una complicada situación que ha resuelto con jugadas de riesgo. El servicio de recaudación de impuestos volverá a manos públicas como sea, se repiten en los despachos del mando local. Una consigna que cumplen con sobresaltos, después de que el juez admitiese la enmienda a la totalidad que supuso la denuncia contra el proceso por parte de los trabajadores de la actual contrata. El magistrado no aplicó medidas cautelares, aunque fijó el juicio para febrero. Pase lo que pase entonces, el servicio ya será municipal. Si todo va mal, el peor escenario obligaría a lanzar una nueva convocatoria y, posiblemente, un rosario de reclamaciones, nada nuevo en el mundo de las oposiciones. Para entonces, la recaudación de impuestos ya estaría en manos públicas y seguiría funcionando entre que se resuelven y no estos hipotéticos problemas. El tripartito, por tanto, habría logrado su objetivo, aunque con un año de retraso y una prórroga de por medio, la que ahora agota La Auxiliar de Recaudación. Un informe de los servicios jurídicos municipales respalda la decisión.

La discusión

Llegar a este punto no le resultó sencillo a un gobierno donde todos sospechan de todos. Hacerlo con el aval de un informe tampoco fue fácil. Qué confianza tendrían en la operación, que dos partes del tripartito estaban dispuestas a seguir adelante sin el dictamen de los juristas. Una tercera se plantó, temerosa de caer en una situación delictiva. A unas pocas horas de los premios "Princesa de Asturias", la apuesta del Alcalde estaba en el aire. Se quería quitar el problema de delante cuanto antes. No había informe jurídico y en el alto funcionariado municipal, cuentan algunos implicados, no tenían del todo claro si podían dar luz verde con garantías. Había partidarios de no hacerlo, matices en la interpretación de la ley. Después, cruce de conversaciones, promesas veladas y, al final, aparece el informe favorable, más allá de las tres de la tarde y con Wenceslao López ajustándose el nudo de la corbata para partir a la ceremonia. Fue hacia allí aliviado, con la sensación de haber salvado una pelota de partido y uno de los "marrones" más importantes del mandato.

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