"Ignacio Bertrand tuvo una vida intensa a nivel profesional" y "trabajó mucho en pro de su ciudad, no paró", afirmó Miguel Dongil ayer, en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, en la presentación de su libro "Día a día de Ignacio Bertrand, Alcalde de Gijón, a través de los diarios de su chofer". Miguel Dongil es historiador, cronista oficial de la Hermandad de la Veracruz y colaborador de LA NUEVA ESPAÑA.

Su libro sobre Ignacio Bertrand, político y abogado asturiano, nacido en Gijón en el año 1914 y fallecido en el año 1992, y alcalde de aquella ciudad entre 1961 y 1970, parte de su hallazgo del diario del chofer de los alcaldes de Gijón. Dongil repasó la trayectoria vital, profesional y política del Alcalde, tal y como hace en su libro. De carrera militar, Ignacio Bertrand desempeñó diversos cargos de responsabilidad en empresas y funda la Compañía Naviera Astur Andaluza, fue presidente del Ateneo Jovellanos. Durante nueve años fue Alcalde de Gijón. Fue el Alcalde número 45 de la villa. Por otra parte, Miguel Dongil contó que dos de las hijas de Bertrand fallecieron y que eso le marcó profundamente. "Dirigió Gijón en una época difícil", destacó Dongil, "con la ciudad en plena mejoría", con un crecimiento de un 33 por ciento en una década.

"No hay cosa más gratificante que ser concejal y ayudar a tus vecinos", aseguró Francisco Cubiella, ex concejal del Ayuntamiento de Gijón por el PP, que ayer presentó a Dongil.

Cubiella, que prologó el libro de Dongil, está convencido, según dijo, de que todos los alcaldes "quieren trabajar por sus ciudades". De la trayectoria de Ignacio Bertrand en la Alcaldía de Gijón destacó el plan urbanístico y la declaración del Molino Viejo como parador. Además creó la empresa municipal de aguas, una sociedad cuyo capital era plenamente público.