Ignacio Bultó Vizoso es el autor de "Hoy he aprendido", un libro que contiene 364 frases, una por cada día del añ -la última queda a criterio del lector-, y que nació de un encuentro casual. Con su venta recauda fondos para la asociación Duchenne Parent Project España, que los destinará íntegramente a la investigación de esa enfermedad. Ayer, acompañando a Bultó en la presentación del libro, en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, estuvo José Manuel Lobo, padre de un niño con distrofia muscular de Duchenne, una enfermedad que, según explicó, "causa pérdida de fuerza en los músculos. Los niños necesitan una silla de ruedas a partir de los doce años, a partir de los veinte un respirador y su esperanza de vida no es de más de treinta años". Es una enfermedad rara. Lobo contó que en Oviedo, además del caso de su hijo, no conoce más que otros dos.

Bultó, informático de profesión, reconoció que su libro "tiene un fin y un motivo y nace de una casualidad"; "es el final de una cadena de favores", que debe mucho a muchas personas. Confesó que al verlo salir de la imprenta lloró y que guarda el primer ejemplar como su tesoro.

Las frases que contiene son las que él, cuya hija es amiga de un niño con Duchenne, fue subiendo a la red social diariamente durante un año. "Una situación lleva a la primera frase, una segunda me lleva a otra y poco a poco se fue convirtiendo en una rutina que duró un año de frases en Facebook". "Llegó a convertirse en casi una obligación el poner la frase todos los días, y como tal obligación estuvo a punto de acabar en un cajón en un par de ocasiones", comentó. El libro contiene fotos en blanco y negro.

En la presentación de esta iniciativa, intervino el novelista José María Ruilópez, autor de "La antojana", que se presenta hoy en el Club Prensa Asturiana. Ruilópez leyó algunas frases, que considera las más representativas del libro: "No debo temer al cambio, ya que es inevitable", "Todo el mundo suele barrer hacia sí mismo, lo que no debemos consentir es convertirnos en su escoba".

El editor del libro, Luis Felipe Galeano, contó que contactó con una farmacéutica que se negó a colaborar con la causa. Apremió a quienes puedan contribuir a ella: "Son personas que lo necesitan y lo necesitan rápido, porque la enfermedad es galopante".