Oviedo está en riesgo de comenzar el año sin su presupuesto en regla. Otra vez, como en el estreno del gobierno tripartito, la ciudad puede vivir una situación de récord: un gobierno en mayoría que no tiene listas las cuentas a final del ejercicio. Pasa cuando se dirige un ayuntamiento o una comunidad autónoma en minoría: preparar el presupuesto se convierte en un imposible. La mejor herramienta de los dirigentes se convierte en un freno para el progreso cuando se utiliza para hacer política interesada y no ciudadana. Cuando se usa para poner palos en las ruedas del que manda sin la mayoría de votos. Lo que pasa es que en Oviedo se supone que sí existe esa mayoría. Que hay tres partidos aliados en la dirección de la ciudad. La realidad es que son muchas más veces las que se hacen oposición que las que reman al mismo tiempo y en la misma dirección. En la mesa del concejal de Economía, Rubén Rosón, está la lista de la compra de cada concejalía. Parece algo tarde, señalan en alguna esquina del tripartito, donde temen repetir la prórroga, como sucedió en 2015, cuando la situación se alargó hasta abril. La negociación todavía pendiente y los plazos legales abocan a unas primeras semanas de año sin las cuentas preparadas.
Obras sin hacer
Con o sin prórroga, el talón de Aquiles del tripartito está en las obras que se han dejado por el camino. Para este año que apunta ya al tramo final había en el cajón 15 millones preparados para obras. Pero los más optimistas del gobierno local señalan que difícilmente la ejecución real alcanzará el 30 por ciento de esta cifra. Y para llegar ahí habría que mantener estos meses un ritmo de ejecución verdaderamente alto. Por el camino se quedan obras con sus proyectos listos, que la falta de soltura administrativa han dejado en el limbo, en la enésima demostración de que al tripartito le va la política pero no el papeleo en su modo más efectivo. De otra forma, resulta inexplicable que se hayan visto obligados a incumplir una de las promesas del año: conceder a los barrios un millón de euros para solucionar sus pequeñas obras. Trabajos conocidos de memoria por "eternamente" reivindicados, como esa acera que piden en el Naranco hasta los monumentos, un nuevo parque infantil en Trubia o la retahíla de peticiones de saneamientos que descansa en la mesa de los técnicos municipales. Habría bastado asignar ese dinero y cumplir la promesa a golpe de obras menores. Los barrios han sido los grandes perjudicados económicamente en este primer año completo del tripartito. Han perdido "su millón", que iban a ser dos en el arranque.
Manos atadas
A la poca diligencia administrativa (ahora la tendencia es achacar cualquier retraso a la falta de personal municipal) se añade la espada de Damocles de "Villa Magdalena" y el Calatrava. Dos sentencias le han colocado al Ayuntamiento casi 60 millones en el debe. La forma de pago y el desenlace de los coletazos judiciales marcarán el resto del mandato. Por eso nadie se pilla las manos y es común escuchar anuncios y estudios (Campo San Francisco, el Cristo, procesos participativos?), es decir, política, mientras las inversiones se estancan.
La tijera de Rosón
Resulta que Rubén Rosón ya sabe qué pide cada departamento municipal en su lista de la compra: una suma que ronda los 60 millones. Lo conoció en una reunión el pasado jueves, que transcurrió en un ambiente cordial, por aquello de no pelear en la primera cita. Pero en las tres esquinas del tripartito asumen que los roces están por llegar. El edil de Economía ya tiene lista la tijera. Tiene que dejar esos 60 millones en una cifra que no debería alcanzar los 15, en realidad, en torno a 12 o 13 millones para inversiones en 2017, según calculan en el Ayuntamiento. Y para esos recortes hay líneas rojas. Somos las tiene señaladas en Educación y en algunas obras concretas, e IU junto a los podemistas, en lo relación con el bulevar de la "Y" y el millón de euros, en números redondos, que hace falta para que el proyecto siga con sus trámites. El PSOE advierte de que en un gobierno como el ovetense, el proyecto es un todo y no varios compartimentos asignados por siglas. Y avisan los socialistas de que defenderán esa idea con firmeza.
Más el año que viene
El remanente de tesorería, el sobrante de cada año en las arcas municipales, supone una parte relevante en el volumen de obras. Con ellas, el ciudadano percibe avances, acción, sin pensar si el dinero viene de allí o de aquí. En las últimas semanas el gobierno ha comenzado el remate de la Senda Verde a su paso junto a la Ronda Sur, y anunciado mejoras en el "skate park" del Parque de Invierno y el arreglo y pavimentación de varias calles. Pero son muchas otras las que se han dejado en el tintero, especialmente en la zona rural y muchas de ellas ya comprometidas en la época del gobierno del PP, cuando IU ayudó a Iglesias Caunedo a sacar el presupuesto a cambio de numerosos trabajos en la periferia. Los planes del tripartito para el ejercicio próximo son sacar adelante el mayor número posible de estos trabajos.
