El Pleno municipal del Ayuntamiento escenificó ayer, durante algunos minutos, una unanimidad y una concordia inéditas entre los socios del equipo de Gobierno y la oposición. Fue durante la aprobación de las nuevas ordenanzas que regularán la ocupación de espacios públicos, una norma que tras la luz verde plenaria pasará a fase de alegaciones.

Más allá del nuevo texto que permitirá criterios más objetivos a la hora de sancionar o exigir requisitos y que prohibe ese tipo de elementos publicitarios móviles que abundaban hace un tiempo en la ciudad, la novedad del Pleno fue la satisfacción de Ciudadanos al ver todas sus enmiendas aceptadas y el voto favorable de todos los grupos, contentos de estar de acuerdo en los detalles de la nueva regulación.

Pero la concordia duró poco. El siguiente punto, la adhesión del Ayuntamiento a la iniciativa que Ana Taboada (Somos) ha capitaneado a nivel nacional exigiendo la derogación de la llamada ley Montoro (de Sostenibilidad y racionalización de la administración local) también logró cierto consenso mezclado con conato de bronca. Se aceptaron mociones del PSOE y de Ciudadanos, que votaron favorablemente, pero los socios de gobierno afearon a Ciudadanos que vinculara su apoyo a la necesidad de una nueva financiación local y un nuevo marco normativo, de ahí su voto favorable, a algunas de las medidas incluidas en su pacto nacional con el PP. Los populares, con Caunedo a la cabeza, se quedaron solos votando en contra. Igual de solos, al final del Pleno, se quedaron los de IU con sus propuestas de urgencia en solidaridad con las víctimas del Alvia de Santiago de Compostela y la declaración de Oviedo como ciudad libre de tráfico de mujeres y niños, propuesta, ésta última, que sólo tuvo el apoyo de Ciudadanos y se desestimó con las once abstenciones de PSOE y Somos y los once votos en contra del PP.