La lluvia no pudo ayer con el mercado de Gascona. Treinta de los cuarenta expositores previstos en la calle desafiaron al mal tiempo e instalaron sus puestos de alimentación y artesanía para complacer a un público que fue llegando como la lluvia, a veces por goteo y otras en tromba.

"No tenemos miedo a nada. Y parece que la gente tampoco porque va de toldo en toldo". María Lavilla, coordinadora de actividades de la Asociación de Sidrerías de Gascona, valoró positivamente la marcha del mercado de ayer, que se celebra desde hace dos años el primer domingo de cada mes en el Bulevar de la Sidra. La misma técnica anti lluvia usaron los miembros de La Bandina "Los Gascones" para subir y bajar la calle desde las 11 hasta las 15.30 horas al hacer paradas estratégicas en los puestos para resguardarse, secarse y tomar aire.

Hubo productos artesanos y ecológicos para todos los gustos. Quesos, embutidos, conservas, aguardientes de sidra, miel, dulces, arándanos, pan, artesanía de cuero, plata, madera y lana, y hasta bisutería llamaron la atención de autóctonos y visitantes que aprovecharon un día pasado por agua para comprar algún antojo y llevárselo a casa. Entre ellos hubo aficionados del Lugo (que ayer se enfrentó al Oviedo) que aprovecharon para conocer la ciudad antes del encuentro. "En días así se da mucho eso de ir a Gascona para comprar dulces o quesos y comerlos tranquilamente a cubierto", comentó Lavilla a media mañana.

El mercado tradicional de Gascona ha ido creciendo exponencialmente a lo largo de estos dos últimos años con la llegada de nuevos expositores venidos de toda la geografía asturiana, del propio a Oviedo a Tineo, pasando por Cabrales o las dos Peñamelleras, Alta y Baja.