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Lenguas de serpientes

A falta de una foto donde los tres socios de gobierno se dan la mano, sonríen y se felicitan por haber logrado cuadrar las cuentas, torear a "Montoro" y dejar en la cuneta las losas del "gaubinismo" (Gabino+Caunedo), el acuerdo político sobre el presupuesto del próximo año deja la secuencia de un alcalde bajo los soportales tirando la toalla y admitiendo la gestión del pufo y una doble rueda de prensa de guerrilla al día siguiente, con Ana Taboada de paracaidista en la presentación del diagnóstico de los arquitectos sobre el Campo para anunciar que ella y Rubén Rosón ("las dos", con ese quiebro gramatical visibilizador de género tan disruptivo) se habían pasado la noche sin dormir para dar con una solución y con un canutazo en la plaza del Ayuntamiento, horas más tarde, para volver a explicar lo mismo ante el estupor de unos socios de gobierno que habían pactado aplazar las declaraciones al lunes.

Si el medio es el mensaje, los presupuestos del Ayuntamiento de Oviedo son una guerra de guerrillas en la que tres facciones se disputan la colina de los cinco minutos de corte en los informativos de las dos, el directo en TPA, la página tres de LA NUEVA ESPAÑA, la agitación y la propaganda. Hay otros mensajes pero están en este. El mensaje de "torear" a Montoro es un denominador común fácilmente asumible por el PSOE y donde Somos e IU añaden la tajada de la iniciativa conjunta que lideran a nivel nacional para tumbar la ley de estabilidad presupuestaria. El cuento de las losas de los pufos del "gaubinismo" parece que le gusta más a Wenceslao, pero tampoco estorba en el argumentario de sus dos compañeros.

Y entonces uno concluye que a los socios del tripartito de Oviedo les pasa lo que a los votantes de Trump, los que quisieron el Brexit y los que rechazan la paz en Colombia. Les unen, poco más que sus fobias y sus odios.

El amor salta por la ventana del edificio consistorial, y uno no sabe si la pobreza entra por la puerta, porque al parecer hay perres pero Montoro no deja utilizarlas, o no hace falta meter el Calatrava, pero entonces por qué nadie se lo dijo antes o es que al final la doctrina Taboada-Rosón permite cuadrar un poco el esqueleto, o tampoco cien por cien si hacemos caso a los del otro lado de que es el timo de la estampita y seguimos en números rojos. Hombre blanco hablar con lengua de serpiente. Eso es lo que dicen todas de todas. Mal asunto.

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