"Los avances tecnológicos han permitido un avance muy importante". Piedad Descalzo lleva treinta años como maestra de audición y lenguaje y destaca que el mayor paso adelante en la materia se ha dado gracias al implante coclear, que transforma el sonido en energía eléctrica que estimula el nervio auditivo. "La garantía de éxito es mucho mayor", asegura. Sobre todo si se coloca en edades tempranas y se empieza trabajar lo antes posible con niños que tengan discapacidades auditivas. En este punto es muy importante la detección temprana del problema, en la que se interviene tanto desde el ámbito educativo como el familiar. Pero no es una tarea fácil identificar irregularidades: "Los niños que tienen este tipo de discapacidades adquieren muy pronto una gran capacidad para leer los labios".
