"Animo a mis compañeros con párkinson a ser fuertes y valientes y aliento a todos los enfermos a seguir luchando". Así se expresó ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA el poeta, escritor y docente Cruz Rodríguez Bajo durante la presentación de su libro "Un tulipán en llamas", cuyos beneficios se donarán a la Asociación Parkinson Asturias.

Santiago García, presidente de la entidad, destacó la tenacidad de Cruz Rodríguez y la calidad de unos poemas que fueron presentados por Aurelio García Ovies, escritor, poeta y profesor de Latín de la Universidad de Oviedo, quien abogó por la paz y la poesía como armas infalibles para cambiar el mundo.

"Cuando a uno le detectan párkinson se le cae el mundo, pero aquí, en la asociación, hemos encontrado una auténtica familia", indicó Rodríguez, quien también dijo que "El tiempo nos arruga la carne, pero no el corazón". Tal como cuenta el libro, la historia del tulipán como símbolo de la enfermedad de párkinson comienza en el año 1981, cuando un horticultor alemán que padecía párkinson bautizó una nueva especie de tulipán con el nombre del médico inglés que describió por primera vez los síntomas de la enfermedad. El nuevo tulipán fue llamado "Dr. James Parkinson" y ganó varios concursos. Hoy el tulipán evoca una imagen de esperanza que florece cada primavera a la espera de una solución para esta enfermedad. Desde 1995 las asociaciones de enfermos cuentan con el tulipán como símbolo de la enfermedad de párkinson. El acto culminó con la lectura de versos y reconocimientos de cariño a Cruz Rodríguez, que fue profesor en el colegio Santa María del Naranco-Ursulinas. En la mesa también estuvo Laura Álvarez Valdés, secretaria de la asociación.