Lleva meses viviendo en Oviedo, concretamente en la calle Puerto de Leitariegos del barrio de Teatinos. Se deja ver por los supermercados de la zona y por un bar conocido por sus excelentes callos. Félix Vidal Anido, conocido como el "violador del estilete", reside desde hace unos meses en la ciudad, donde su presencia ha despertado todas las alarmas entre los vecinos, que consideran "escandalosa" su estancia en el barrio. "Esperemos no tener que lamentarlo", indicó ayer un vecino preocupado.

Anido salió de la prisión de Asturias en diciembre de 2013, en virtud de la anulación de la doctrina Parot, tras cumplir 32 años cuatro meses y 5 días de cárcel por violar a 54 mujeres e intentar matar a una de ellas -agresiones cometidas en los años ochenta y noventa por las que fue condenado a más de 70 años de prisión. Unos tiempo después volvió a ser encarcelado unos meses por intentar agredir a una mujer a la puerta de su casa, en Lugo.

La Policía sabe que Vidal Anido reside en Oviedo, pero no puede ni siquiera vigilarlo, puesto que ha rendido todas sus cuentas con la sociedad. El "violador del estilete" intentó volver a Lugo el pasado diciembre, tras cumplir con la última condena de 21 meses que le impusieron (el fiscal pedía inicialmente hasta nueva años de prisión) por asaltar a una mujer a la puerta de su casa, pero se encontró con el rechazo más absoluto, sobre todo en la localidad de Pol, el pueblo donde viven sus padres.

Aunque en las redes sociales se ha deslizado que Vidal Anido habría cometido algunos actos impropios en el vecindario, a la Policía no le constan en absoluto y tranquiliza a la población. También el concejal de Seguridad de Oviedo, Ricardo Fernández, indicó a un medio radiofónico que las fuerzas de seguridad están al tanto de la presencia de Vidal Anido en Oviedo y que tienen la situación bajo control.

Cuando salió de la cárcel en diciembre de 2013 -junto al mierense Faustino Gabarri, que cumplió 18 de los 70 años que le impusieron por violar a una menor en Arriondas en 1995, y que se instaló en Nava-, Vidal Anido aseguró a LA NUEVA ESPAÑA que había pagado más cárcel que la que le correspondía. En abril de 2014, cuatro meses después, intentó asaltar a una mujer en su casa, que solo se salvó de ser agredida por la presencia de su hijo en el interior de la vivienda.

En diciembre del año pasado, tras cumplir la pena por este delito, a su salida de prisión, presentó a los funcionarios un domicilio de Barcelona. No resulta tan extraño que Vidal Anido haya elegido Asturias como lugar de residencia, puesto que en la región cumplió buena parte de su larga condena y es muy posible que haya hecho amigos en la prisión provincial.