La directora de orquesta Nathalie Stutzmann recibió ayer el reconocimiento del público en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo al término de la interpretación, al frente de la Oviedo Filarmonía, de la Sinfonía nº 1 en do menor op. 68 de Brahms. En esta nueva cita de las Jornadas de Piano Luis G. Iberni, en la que Stutzmann tomó la batuta, al teclado se encontraba el joven pianista británico Benjamin Grosvenor.

En este concierto, patrocinado por LA NUEVA ESPAÑA, Grosvenor abrió la sesión musical con el Concierto para piano nº 1 en re menor op.15 de Brahms. Tocó todo de memoria y se mostró muy expresivo durante su interpretación. En un auditorio no muy lleno, tras el descanso, le llegó el turno a Nathalie Stutzmann y a la sinfonía de Brahms. En esta parte quedó patente la capacidad de esta directora. La Oviedo Filarmonía logró un sonido con mucha potencia y un fraseo muy cuidado. El resultado agradó al público asistente en el Auditorio, que dedicó algunos bravos al término de la interpretación.