Cuando un niño malvive lejos de su país, pensamos que huye de la pobreza. ¿Cómo pensar que su familia pertenece a la Yakuza (mafia japonesa) y no hubo otra opción aparte de huir? ¿Y si llega el momento de volver, qué pasaría? Estas preguntas y muchas otras las plantea la escritora llanisca Sara Cué García, en el libro "Recuerdos del agua", que ayer presentó en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, con su marido y editor, Julián López Quintela, y su buen amigo de la infancia Óscar González. Tras su ópera prima, "Diario de un Héroe de los 90", Sara Cué explora ahora los entresijos de un fenómeno del país nipón que en la ficción se extienden hasta Asturias, creando un argumento que, según Óscar González, "engancha por completo al lector".

La autora reconoció que al principio quería escribir una historia completamente diferente, "pero el libro fue tomando forma y me fui interesando cada vez más por la cultura japonesa", aseguró.

En el libro está presente ese triángulo que conforman la sociedad, los amigos y la familia, desde la perspectiva de un niño que no parece sentirse muy feliz en su propio hogar.

Cué también reconoció que llegó a sentir un poco de miedo cuando un amigo japonés le advirtió de que uno de los apellidos que aparecían en el libro correspondía a personas reales vinculadas a la Yakuza. "Por eso he querido dejar muy claro que ninguno de los hechos que se cuentan es real", matizó.

La escritora, nacida en 1973 en Celorio (Llanes), casada, madre de un adolescente y una niña, explica que es escritora vocacional desde la niñez, cuando ya devoraba libros. La crítica define su estilo como "fácil de leer, que entretiene y hace pensar".