La contestación del concejal de Economía y secretario general de Podemos en Oviedo, Rubén Rosón, a las críticas vertidas por Covadonga Díaz referidas a los gastos "escandalosos" y a la "red clientelar" montada en torno al área de Participación no ha sentado nada bien a la edil popular, que ayer acusó al de Somos de rehuir el debate con datos y refugiarse en "los insultos y las mentiras".

Covadonga Díaz, a la que el concejal de Economía del Ayuntamiento de Oviedo recomendó el viernes que desarrollara una carrera profesional para no tener que "cargar con mochilas de otros" y salir en ruedas de prensa a decir "lo que no se cree ni ella", trató de evitar el debate de ataques personales, aunque opuso su trayectoria, "grado y máster universitario, y más de doce años cotizados a la Seguridad Social fuera de la política a los 36 años", al de "un profesional de la política desde el instituto".

"No voy a darle el gusto", replica Díaz, "de desviar el debate sobre lo realmente grave, los más de 250 mil euros públicos dilapidados en recompensas al entorno íntimo y círculo de confianza".

La concejala del PP acusa a Rosón de "recurrir a la descalificación personal y la mentira para evitar el debate sobre lo importante para todos los ovetenses" y prefiere "no bajar al barro en el que siempre ha desarrollado su labor política al frente de movilizaciones estudiantiles; boicoteando plenos de la Universidad u ocupando edificios ajenos".

Díaz prefiere recordarle las denuncias que ya formuló el viernes y pedirle, de nuevo, explicaciones: "El tripartito está aprovechando los recursos públicos para crear una red clientelar en la que recompensar a sus colectivos afines, y el señor Rosón contesta diciendo que tengo que hacer una carrera y buscarme una profesión al margen de mi labor como concejal".

"Pasar del cuento al insulto puede ser la salida más fácil cuando se vive en la demagogia y el discurso propio se fundamenta en atacar y descalificar", razona, "pero eso no invalida unos datos que son públicos y que el equipo de gobierno no puede negar. Es el reconocimiento implícito del despilfarro de un cuarto de millón de euros de los ovetenses en contratos menores y facturas a personas afines por trabajos de escasa o nula repercusión en los ovetenses", concluyó ayer Covadonga Díaz.