Toda una década por las carreteras asturianas. Con la sirena encendida o camino de rehabilitación. Transinsa celebró ayer 10 años de transporte sanitario en la región con todos sus trabajadores y sus familias. Todos los que no estaban cumpliendo con su deber. Porque la fiesta no mermó el servicio y algunos tuvieron que perdérsela para cumplir con su deber en la ambulancia. Comida, música y castillos hinchables sirvieron para dar color a una fiesta cuyo acto central fue un merecido homenaje, en el que intervino el consejero de Sanidad, Francisco del Busto.

Los aplausos fueron para quienes han dedicado y dedican su vida al transporte de enfermos. Todos con una experiencia más larga que la de la propia Transinsa, que tiene sus raíces en empresas del sector que recorrieron con anterioridad el Principado. Los cuatro trabajadores que se jubilaron este año recibieron una calurosa despedida y también se reconoció la dedicación y trayectoria de ocho miembros de la plantilla, uno por cada área sanitaria. "Siempre trabajé en Urgencias. Tengo recuerdos muy buenos de cuando las cosas salieron bien y muy duros de cuando salieron mal". Felipe Fernández, "Pipo", de 49 años, sufrió un infarto y se ha jubilado este año. Y ya echa de menos su trabajo: "Siempre que veo una ambulancia me quedo con la cosa... Pienso, ¿en qué fregado estarán estos metidos?". Tras 37 años, 2016 ha sido también el último año de Manuel Ancares. Ayer tuvo un recuerdo muy especial de los pacientes de Avilés, a quienes prestaba servicio. Los viajes le valieron muchas amistades. "Algunos me ven por la calle y me abrazan con mucho agradecimiento", destacó.

José Antonio Treyes aún tendrá que trabajar unos años más. Se sumarán a los 27 que ya lleva de servicio y que le han convertido en una pieza de historia viva del occidente asturiano. "Empecé con un 131, una Chrysler y un R12", rememoró para poner después de relieve lo mucho que han cambiado las tecnologías. También las carreteras. En sus primeros años tardaba tres horas y media de Boal a Oviedo, "pasando por todos los pueblos" y a través de carreteras que "han mejorado muchísimo". "Presta mucho que te reconozcan", comentó con emoción Marco Antonio Menéndez que empezó a trabajar en el área sanitaria de Oviedo cuando "éramos tan solo 8 conductores". Lleva 15 años como técnico de ambulancia y ayer estaba exultante, "muy orgulloso". "Entré con 23 años y es lo que llevo haciendo toda la vida", destacó. Una labor que le valió el reconocimiento de toda Transinsa. La dedicación, el buen hacer y los valores de los homenajeados, fueron la bandera de la empresa y de la fiesta, y sirvieron de inspiración a empleados, familias, instituciones e invitados.