El madrileño Jaime Moreno García se alzó con el triunfo en la VII edición de los premios “InnovAS”, galardones que entrega la Asociación de Joyeros de Asturias con el objetivo de reconocer la innovación en el diseño joyero en España y al mismo tiempo promocionar a los creadores asturianos en el resto del país. Por ello, uno de los requisitos del certamen es que las obras presentadas siempre estén hechas con metales preciosos y que las gemas que puedan llevar sean naturales.

Jaime Moreno, miembro de la Asociación Joyas de Autor, se llevó los mil euros con los que está dotado el primer premio gracias a su obra “Amistad (v5)”, un anillo en cuya elaboración se han empleado 2 topacios Swiss Blue y oro blanco de 18 quilates. Moreno, quien lleva diez años diseñando joyas originales, alejadas un poco de lo convencional, reconoce que su formación en ingeniería y su gusto por las geometrías y el estilo Art Decó son la base de todas sus creaciones, piezas que define como “obras de arte que usan la joyería como medio de expresión”. Reconoce que el nicho de mercado de este tipo de piezas es algo limitado, algo que en parte agradece. Lo convencional y establecido no va con él. “Mis clientes suelen ser mujeres cultas, con gusto por el diseño y con una personalidad propia y marcada que quieren transmitir llevando joyas singulares, ya que las que yo hago normalmente son piezas únicas”.

El anillo “Amistad (v5)”, que está a la venta, refleja, como bien indica su nombre, una profunda relación de camaradería entre dos personas. “Consta de dos topacios azules impresionantes unidas por estructura piramidal, representando las almas de dos amigos vinculadas por oro blanco”, cuenta Moreno, “dos pirámides hacia atrás cuyos picos caen entre los dedos, ya que está pensado para que sea un modelo cómodo”, añade. Cabe resaltar que es la segunda vez que Jaime Moreno se presenta a este certamen. No le ha ido nada mal en ninguna, ya que el pasado año obtuvo el segundo con su collar “Espejo”.

Este artista madrileño no fue el único galardonado en la última edición de los premios “InnovAS”. La ovetense Alicia Martínez venció en la categoría “Asturiana”. Su collar “Verde” fue la obra más votada de las presentadas al certamen por creadores asturianos, una forma excelente de entrar en el mercado laboral tras finalizar su formación. “Terminé este año la carrera de joyería en Santiago, y la verdad es que no me puedo quejar, ya que no sólo obtuve este premio, sino que unas semanas antes quedé finalista en un concurso en el que había que diseñar joyas para el Camino de Santiago”, señala la joven, quien previamente realizó la carrera de Bellas Artes en Galicia.

Esta categoría del certamen pretende incentivar a los creadores del Principado, y la verdad es que con “Verde” la artista ha conseguido plasmar de forma notable la esencia de la región. “Es un colgante que está inspirado en la climatología de Asturias, así como en el relieve de su orografía”, destaca la joven, quien utilizó plata y cordones de esparto verdes para su creación. “Es una obra que tiene muchas capas, buscando reflejar en cierta manera como sale la región en los mapas del tiempo”. Estos últimos meses no le han ido nada mal. Ha invertido los 500 euros del premio en un soplete y en materiales para sus joyas y ha creado su propia marca, Rabuda Joyas. Según cuenta, es una línea de productos minimal y originales para las mujeres. “Son piezas que permiten jugar y son perfectas para que cada clienta las adapte a su propia personalidad, ya que algunas de ellas, como los anillos, son desmontables”, destaca.

Como no hay dos sin tres, la VII edición de los galardones de la Asociación de Joyeros de Asturias entregó también el premio “Popular”, que va a parar a aquella pieza más votada por el jurado popular. Se impuso la asturiana Alba Blanco, quien gracias a sus pendientes “Travesaño” ganó una jornada de spa para dos personas en el Balneario de Las Caldas. No sólo eso, ya que también se llevó el reconocimiento del público. “Para mí quizá es el premio más importante de todos, ya que lo elige la gente, personas que son potenciales clientes y compradores”, asegura la joven ovetense, quien tras finalizar Bellas Artes obtuvo un título propio de la Universidad de Oviedo que cursó en la Escuela de Minas. No le ha ido nada mal desde entonces. Trabaja en el taller Mostales, que lleva funcionando desde 1962, y hace tres año fundó su propia marca, Nigrum. Tiene taller en Villaviciosa y, según cuenta, Asturias, de una u otra manera, siempre está presente en sus creaciones. “Hago piezas bajo encargo y en mis colecciones propias siempre intento usar materiales asturianos como cuerno del ciervo del Sueve, azabache asturiano”, señala, “o me inspiro en cosas de la región, como una línea de productos que saqué hace tiempo realizada a partir de un poema de Ángel González”, añade. Por ello, no es extraño que la obra “Travesaño” tenga clara influencia minera. Se trata de unos pendientes elaborados en plata de primera ley con enganche de azabache asturiano tallado a mano. Uno de los pendientes emula los trozos de carbón mientras que el otro refleja los travesaños de las minas.

Cabe destacar que, si bien en la edición de 2015 se concedió la insignia de oro de la San Eloy a Marcos Doncel Corte, durante el acto de la cena anual de este año con motivo del patrono de los joyeros se le impondrá la insignia de oro a Antonio Zurro Moyano. El homenajeado estuvo al frente del negocio familiar desde 1955 hasta su jubilación, dando el relevo a sus hijos, quienes actualmente regentan la joyería familiar.