Una gran fachada vegetal con diversidad de especies, la mayoría autóctonas hará de cortina para integrar la parcela del Vasco con su entorno, especialmente con la zona de Gascona y sus alrededores. Así figura en la documentación del proyecto Gran Bulevar -el nombre que ha recibido el plan para sacar adelante el solar del antiguo ferrocarril- a la que ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA. Inspirada en soluciones similares de ciudades como Nueva York, Vitoria, Seúl o Madrid, los autores del proyecto pretenden que los 12.000 metros cuadrados de gran plaza pública que ganará la ciudad se conviertan en "un área de relación social, abierta y dinámica con usos polivalentes", según rezan las memorias del proyecto. Días atrás, el Ayuntamiento dio el visto bueno al plan que presentaron los promotores. Se trataba de un anteproyecto que proponía la solución al gran agujero en el urbanismo de la capital asturiana, a su entrada por la autopista "Y".
Un grupo de siete empresas, algunas asturianas y otras con vínculos en la región, presentaron el pasado septiembre una idea que culminaría en la parcela del antiguo ferrocarril vasco-asturiano con la construcción de un complejo lúdico, deportivo, social, turístico y comercial. El planteamiento cuenta con una inversión de unos 100 millones de euros y espera generar alrededor de un millar de puestos de trabajo, además de la cesión a la ciudad de 12.000 metros cuadrados de uso público. La nueva superficie que se incorporaría a la trama urbana ovetense tendría acceso directos desde las calles Víctor Chávarri, Indalecio Prieto, plaza de la Noceda y Martínez Vigil. Además, los promotores pretenden que se convierta en el punto de conexión con el bulevar de Santullano, cuando haya llegado a buen puerto la operación del tripartito para eliminar el tramo de autopista que penetra en la ciudad junto a San Julián de Los Prados y se haya convertido en una calle más.
Con el visto bueno municipal conseguido, el consorcio de empresas redacta ahora el proyecto básico, a la espera de avanzar en el preacuerdo de compra de la parcela que tiene con el Banco Sabadell, todavía propietario del terreno y de su contenido, después de haberlo asumido tras caer Vasco XXI en concurso de acreedores. A las tres torres ya edificadas y prácticamente acabadas, dedicadas a viviendas, se añaden otras tres aún por levantar. La idea de los promotores, que no se fijan una fecha para el inicio de las obras, es dejar esta segunda fase de torres (de uso sociosanitario y hotelero) para una etapa posterior. Las principales urgencias son rematar e iniciar la comercialización de los pisos ya levantados, afrontar la urbanización exterior de la zona y avanzar en la preparación interna de las tres plantas bajo la losa, destinadas a usos hosteleros, comercial y para equipamientos deportivos, respectivamente. Hacia abajo, las tres siguientes albergan 1.200 plazas de aparcamiento, tanto en rotación como para las viviendas. Los tres pisos de parking están ya terminados.
Aunque los promotores del Gran Bulevar trabajan con un plan definido, su filosofía en la relación con el Ayuntamiento (destinatario final del suelo público que genera el proyecto) es la "persuadir y ser persuadidos".
Los primeros meses de relación con los poderes municipales han sido "fructíferos", dicen desde dentro de Gran Bulevar. El lunes pasado, el concejal de Urbanismo, Ignacio Fernández del Páramos (Somos), expresaba en estas páginas su coincidencia con el fondo del proyecto que habrán presentado los promotores y les invitaba a continuar con sus inclinaciones por un mobiliario urbano "humano y flexible".
Precisamente este apartado es quizá uno de los más rompedores de entre las ideas que aporta el plan para el Vasco. "Las nuevas formas de comunicación y relación requieren nuevos modelos destinados a satisfacer nuevas necesidades", reza una memoria que distingue entre mobiliario estático y dinámico. Este último, el que se mueve, aporta la idea más rompedora y desconocida hasta ahora en Oviedo. Las plazas públicas que se formarán sobre el Gran Bulevar del Vasco tendrán sillas y mesas, "elementos de ecodiseño", que podrán desplazarse para disfrutar los espacios de forma personalizada. Es decir, que uno podrá llevar su silla hacia donde mejor le parezca. Todo, siempre y cuando los técnicos municipales acepten esta serie de ideas rompedoras, pues algunas de ellas fueron las que generaron alguna duda entre los funcionarios. Las papeleras, luminarias, los elementos estáticos, serán "modelos de catálogo diseñados bajo los parámetros del ecodiseño", dicen los responsables del proyecto. Otro elemento nunca visto antes en Oviedo son las llamadas islas que irán colocadas entre cada uno de los edificios. Se trata de estructuras de madera que proporciona diferentes formas de asientos y que permite también tumbarse. Están coronadas por vegetación y luminarias.
Por último, la ciudad también ganará un nuevo pequeño parque. Situado junto a la glorieta de la Cruz Roja, al inicio de Víctor Chávarri, en el lugar donde ahora unas vallas de obra marcan el acceso al recinto, tendrá una extensión que oscilará entre los 500 y los 800 metros cuadrados. Los promotores repiten que Gran Bulevar no es un centro comercial, sino un nuevo espacio de ciudad. El ascensor panorámico tendrá su acceso en la parte baja de la calle Víctor Chávarri; en la baja, nace una nueva calle que lleva al peatón a transitar ante la planta dedicada a galería comercial como si lo hiciera frente los escaparates de cualquier calle de Oviedo.
