Con el cronómetro en cuenta atrás -a falta de 19 días para que la municipalidad tenga resuelta la nueva recaudación de tributos-, el Ayuntamiento de Oviedo entró ayer en pánico durante una reunión con el Principado en la que la Administración autonómica comunicó que aún no dispone del informe jurídico que dé luz verde al convenio entre la ciudad y Gobierno regional para que dicha recaudación se ejecute de modo mixto y compartido.

Sólo apaciguó la tensión una llamada telefónica posterior del alcalde Wenceslao López (PSOE) a la consejera de Hacienda y Sector Público, Dolores Carcedo (PSOE), quien le aseguró que mañana viernes le dará una respuesta, es decir, que el Principado tendrá para entonces el informe que ha de emanar del mismo Principado y que posiblemente será favorable a las pretensiones de Oviedo.

La reunión de ayer, a la que asistieron López, más el edil de Economía, Rubén Rosón (Somos) y el concejal de IU, Iván Álvarez, acompañados por funcionarios municipales, tuvo como interlocutor autonómico a Carlos Franco, director del Ente de Servicios Tributarios del Principado. Pero el anuncio de que dicho informe aún no ha llegado trocó la cita en frustración. La preocupación se debía a que el día 31 de diciembre cesará en sus funciones la empresa Auxiliar de Recaudación y a la vuelta de la Nochevieja, del Año Nuevo y del día 2 de enero, festivo, el Ayuntamiento tendrá que abrir sus nuevas ventanillas recaudatorias el martes, día tres de enero. Con tan escaso margen de tiempo para organizar las labores de tributos, previo convenio de colaboración entre Ayuntamiento y Principado, el impase de espera se demora hasta mañana, No obstante, el Ayuntamiento tiene ya previsto desplazar a siete de sus funcionarios municipales -en comisión de servicios-, a la nueva sección de Recaudación, cuyas dependencias serán el salón de bodas del Ayuntamiento, anulado desde ese momento para los casamientos.