Todas las personas tienen algo que ofrecer a la comunidad y con esa convicción la Fundación Vinjoy puso en marcha un programa en que gente con alguna discapacidad da clases de arte en colegios, centros sociales e incluso en la Universidad. Esa iniciativa le ha valido el Premio al Voluntariado que otorga el Ayuntamiento de Oviedo, y que la concejala de Atención a las Personas, Marisa Ponga (PSOE), entregó ayer a sus protagonistas, los monitores Susana Cotiello, Lorenzo Álvarez, Belén Rodríguez y Ángel Manuel Gutiérrez. En el transcurso del acto, el director de la institución, Adolfo Rivas, puso de manifiesto que "el voluntariado en una sociedad siempre será necesario" y que "hay cosas que no se pueden delegar, como la solidaridad".

Fue Susana Cotiello la que tomó la palabra como portavoz de sus compañeros monitores. "Para nosotros ser voluntarios es una gran responsabilidad", manifestó, y explicó que impartir talleres de pintura creativa les proporciona "seguridad" y "autoestima". "Este premio nos anima a seguir adelante", reconoció.

El programa de la Fundación Vinjoy, sobre el que se proyectó un reportaje, fue seleccionado entre más de una decena de candidaturas. En el acto intervino Martín Escandón, de la Asociación contra el Cáncer, premiada el año pasado.