El Gobierno regional no recurrirá "muy probablemente" el auto judicial que obliga a la Consejería de Sanidad a ejecutar una sentencia del Tribunal Supremo que anula un concurso-oposición de 2011 y deja sin plaza fija a 23 especialistas en Medicina Interna. Así se ha pronunciado esta mañana Guillermo Martínez, consejero de Presidencia y portavoz del Ejecutivo autonómico, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno.

Según Martínez, la Consejería de Sanidad "va a buscar alternativas, que el mismo auto refleja", en orden a "preservar el servicio que se está prestando a los ciudadanos".

Si el Gobierno regional no recurre el auto del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, queda por saber si lo harán los médicos que serán despojados de su plaza en propiedad. La instancia a la que deberían acudir en ese caso es el propio Tribunal Supremo.

Cuando habla de que el mismo auto habla de posibles alternativas, cabe pensar que el consejero de Presidencia se refiere a la posibilidad que plantea la resolución, según la cual "nada impide a la Administración sanitaria mantener a los afectados en sus puestos de trabajo de forma temporal". El problema es que los facultativos habían amenazado a la Consejería con abandonar la sanidad pública si se les quitaba su plaza fija.

Si la sentencia del Supremo se ejecuta, los 23 especialistas en medicina interna que ocupaban esas plazas indefinidas, más otros 10 que habían aprobado el primer ejercicio del procedimiento selectivo, deberán volver a realizar el segundo examen y a ser baremados, esta vez con un nuevo tribunal evaluador. Y es que el Supremo anuló el concurso-oposición bajo el argumento de que en el segundo ejercicio, de casos prácticos, se produjeron filtraciones de preguntas a algunos opositores, por parte de determinados miembros de la comisión evaluadora.