Los vecinos de La Corredoria andan desde hace unas semanas alarmados por la presencia de una pandilla de jóvenes, según algunas fuentes menores de edad, que se dedican a tirar piedras al paso de los trenes y también de los automóviles que circulan por la autovía AS-II, tanto en dirección a Oviedo como a Gijón.

El último suceso se produjo hace unos días sobre las ocho de la noche. Ramsés Pérez, vecino de La Corredoria, circulaba por la AS-II en dirección a Oviedo camino de su domicilio cuando recibió el susto de su vida. La pedrada, además de dañar la luna de su turismo, le produjo heridas en un ojo y en un oído. Según su relato, tras pasar por debajo del puente conocido como de Villapérez, que cruza sobre la autovía, una piedra "de gran tamaño" impactó sobre el parabrisas de su automóvil cuando circulaba a una velocidad de unos ciento veinte kilómetros por la hora.

"El golpe fue brutal, tanto como el susto, del que todavía no me repuse", comentó a este periódico Pérez, mientras esperaba en la consulta del médico a que le atendieran de sus heridas en el oído izquierdo, "que no sólo me duele, sino que además tengo un zumbido muy molesto desde entonces". El conductor, que aún no sale de su asombro y al que el susto no se le ha quitado aún de encima, temió lo peor en el momento del golpe. "Una parte del cristal del parabrisas se pulverizó y algunos cristales se me clavaron en el ojo izquierdo. Fue terrible. No perdí la visión de ese ojo de milagro", lamentaba. Ramsés Pérez, tras sufrir el impacto, relataba que pese a "quedar muy aturdido" pudo ver la salida de la AS-II que a la altura de La Corredoria conduce a una gasolinera. A ella logró llegar "de milagro" y poner un poco de orden en su cabeza.

"Aunque estaba muy aturdido y sin asimilar todavía lo que me había pasado, acerté a llamar a mi mujer y le conté lo que me había ocurrido. Después llegó la ambulancia y los sanitarios me atendieron rápidamente, quitándome los cristales que tenía incrustados en el ojo". Ramsés Pérez señaló también que llegó la Policía Local, y que después salió a la búsqueda de los agresores. Al lugar donde lo dejaron no volvieron mientras él estuvo.

Horas después el conductor presentó una denuncia en la Comandancia de la Guardia Civil de Oviedo. "Ahora espero que los cojan", sentenció.