Con una cerrada defensa de su honradez y su gestión en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), el director del área de Medicina Interna, Victoriano Cárcaba, anunció ayer a sus compañeros su marcha del complejo sanitario ovetense. El Servicio de Salud del Principado (Sespa) ha forzado su salida del HUCA, al no renovar la comisión de servicios concedida en 2010, y el consiguiente retorno a su plaza en el Hospital Valle del Nalón.

En el trasfondo de esta decisión se sitúa la acusación por parte de la Fiscalía de "presuntos delitos" de prevaricación, tráfico de influencias y violación de secretos en su papel de presidente del tribunal de un concurso-oposición celebrado en 2011. Un proceso selectivo anulado por el Tribunal Supremo en una sentencia del pasado febrero, y que deberá ser parcialmente repetido en los próximos meses. En consecuencia, 23 especialistas en medicina interna de diversos hospitales de la región perderán la plaza fija que habían obtenido y volverán a ser interinos. Si es que antes no se marchan de la sanidad pública, tal y como amenazaron con hacer si se les despojaba de su puesto en propiedad.

Han pasado diez meses justos desde la resolución del Supremo que anuló un concurso-oposición de médicos del Principado por filtraciones de preguntas a algunos opositores por parte de determinados miembros del tribunal calificador. La situación de la medicina interna asturiana se había hecho muy tensa, pues entre los especialistas había intereses radicalmente contrapuestos. En el servicio de Medicina Interna del HUCA el ambiente estaba máximamente enrarecido.

Una clara expresión de este clima fue que cinco médicos -cuatro de los cuales habían participado en la oposición: dos obtuvieron plaza y otros dos, no- llevaron el caso a la Fiscalía, que decidió acusar a Cárcaba de los tres presuntos delitos antes citados. Por eso el titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Oviedo ha citado a declarar el próximo 16 de enero a los médicos denunciantes.

La Consejería de Sanidad llegó a solicitar que la sentencia del Supremo no se ejecutara, alegando que si los 23 facultativos se marchaban la asistencia médica de los asturianos se vería gravemente comprometida. Pero el Tribunal Superior de Justicia de Asturias no ha aceptado esta argumentación y ha ordenado aplicar el fallo del Supremo, lo que equivale a designar un nuevo tribunal y convocar a los 33 opositores que habían aprobado el primer ejercicio para que repitan el segundo, consistente en dos casos prácticos, que fue en el que se produjeron las filtraciones. Lo único que puede evitar esta repetición -o al menos postergarla- es que los médicos perjudicados recurran ante el Supremo el auto de los jueces asturianos.

Lo que ya es definitivo es que la Administración sanitaria ha decidido actuar. Y el formato elegido ha sido suspender la comisión de servicios de Victoriano Cárcaba y propiciar su vuelta al Hospital Valle del Nalón, donde fue jefe de servicio durante años. Actualmente dirige esa unidad Joaquín Alfonso Megido, quien precisamente obtuvo plaza fija en el concurso-oposición de 2011, por lo que próximamente volverá a ser interino. Una condición, por cierto, incompatible -al menos sobre el papel- con la jefatura de un servicio. Un embrollo adicional en un caso que está batiendo todos los récords de complejidad del ámbito sanitario.