La familia, los amigos y los compañeros de trabajo y hobby de Félix Richard le dieron el sábado una cálida y sentida despedida en la iglesia de San Melchor de Quirós, en Vallobín, durante una ceremonia oficiada por el sacerdote Alberto Reigada, que, aunque es el párroco de San Javier de la Tenderina, quiso darle el último adiós a "un amigo bondadoso".

Allí se dieron cita numerosos periodistas de los medios de comunicación en los que colaboró Félix Rodríguez Torre (conocido popularmente como Félix Richard) con su comentario "El primer café". Desde compañeros de LA NUEVA ESPAÑA y "La Voz de Asturias" hasta Radio Nacional, Radio Asturias y Radio Cadena. En la iglesia estuvieron los periodistas José Luis López del Valle y José Ramón Patterson, entre otros. O también el exeurodiputado Antonio Masip y el que fuera jefe provincial de Tráfico Ignacio Campomanes.

La amistad de Reigada con Richard se forjó años atrás, cuando el sacerdote participó en la puesta en marcha de la iglesia de Vallobín siendo coadjutor de San Pedro de los Arcos. Entonces, recibió la ayuda del comunicador y ambos mantuvieron el contacto interesándose por la vida, las alegrías y los problemas del otro. Las palabras de Reigada, que ofició el funeral junto con el párroco de San Melchor de Quirós, Marcelino Garay, reconfortaron a su viuda, María Josefa García Conto (a la que llaman Marina) y a sus cuatro hijos: Manuel Luis, Félix, Juan Carlos y Asunción.

Félix Rodríguez, nacido en Moreda, obtuvo plaza de funcionario de obras públicas pasando después al área de tráfico con primer destino en Badajoz y finalmente en la Jefatura Provincial de Tráfico de Oviedo. Por eso era frecuente verle caminar por la calle Fruela hacia los bajos de la antigua Diputación Provincial, donde estaban las oficinas. En su juventud pronto se hizo evidente que guardaba un enorme parecido con el actor estadounidense Richard Widmark y adoptó como apodo Félix Richard.

Así firmaba "El primer café", un comentario que primero fue radiofónico y luego escrito en forma de pequeños y concisos artículos que invitaban al lector a la reflexión hasta hace apenas un mes, cuando publicó su último texto en este periódico.

Richard falleció a los 85 años a causa de una dolencia cardiaca, que arrastraba en los últimos años, agravada por un problema en los bronquios.