Julia Navas es una mujer que tiene el poder de llegar al alma y a la inquietud de sus lectores a través de un arma nada letal y que maneja como pocos: la palabra escrita. Nacida en Avilés y licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Oviedo, durante 30 años estuvo sin desarrollar su principal pasión: escribir, algo que retomó hace tres años con tanta intensidad que, como dice ella, "va a un libro por año".
Su primera novela vio la luz en 2014 y tuvo un éxito que sorprendió a la propia autora. "Esperando a Darian" no cosechó más que buenas críticas y alentó a esta mujer, que desde hace años vive en Gijón, a seguir adelante disfrutando de lo que ya hacía desde la infancia: escribiendo. "Escribo desde que era una niña. Mi madre me recuerda a veces que cuando era muy pequeña le escribía a mi abuelo versos pequeñitos. Yo siempre soñé con dedicarme a esto, incluso antes que Historia quise hacer Periodismo, pero a veces la vida te lleva por otros derroteros. Me casé y soy madre de tres hijos: Alicia, Águeda y Paco. No me dediqué a lo que estudié, sino a la restauración y decoración de casas. En todo ese tiempo no escribí nada hasta que volví, hace tres años", evoca ella mientras cocina, para esta sección, su arroz con verduras y chipirones. Y añade que siempre utiliza aceite de oliva virgen de La Sierra del Segura, de Jaén, "de donde es mi madre". "Mi padre es cordobés. Yo soy hija de la emigración industrial, mis padres vinieron a Asturias, a Avilés, para trabajar en Ensidesa", apostilla.
En 2014 ganó el II Concurso de Relatos contra la Violencia Machista del Ayuntamiento de Terrasa, y en marzo de 2015 presentó en Gijón su primer poemario, "Confieso que he perdido el miedo". Recuerda la autora que "Hades, la editorial con la que publiqué mi novela, me dio la oportunidad de sacar también adelante este libro de poemas. Luego, en 2016, he publicado mi segundo libro de poemas titulado 'Ombligos y Universos'", relata.
Ya ha finalizado su segunda novela. "Tenía miedo, porque la primera me puso el listón muy alto, lo han leído varias personas, los lectores alfa, y parece que la sensación es muy buena. Ahora está la parte de buscar una editorial para publicarla. Quiero escribir, y saber que la gente cree en mí, y que me diga que mi obra merece la pena y que por eso la publica. En ella también está reflejada otra de mis pasiones: la música", señala con una sonrisa.
Vive desde hace años en Gijón, ciudad a la que quiere mucho. "Es muy acogedora, con gente muy hospitalaria", pero también tiene palabras de cariño para Oviedo, donde estudió. "En mi nueva novela hago referencia, en unas páginas, a ese estupendo festival de jazz que se celebraba en el Campoamor y al que acude mi protagonista, que tiene un grupo de blues". También tiene palabras de cariño para Avilés: "Es una ciudad preciosa, que ha cambiado mucho, es la gran desconocida de Asturias y tiene unos edificios maravillosos".
En cuanto al plato que hoy presenta en esta página, "es sencillo y sabroso, escogí el arroz porque me parece una comida universal y puedes prepararlo de mil formas. En estas fechas puedes añadirle unos langostinos o unos mejillones y queda, además de rico, muy vistoso".
