"Era una persona que tenía un corazón muy grande y ayudaba a todo el mundo". De ahí el medio millar de personas que ayer llenaron la basílica de San Juan el Real para despedirse de Fructuoso Moisés Fernández Rodríguez, ingeniero y profesor titular de La Escuela de Minas. Familia y amigos se reunieron para decir adiós, emocionados y agradecidos, a un hombre, destacó su hijo Moisés Fernández, que "ayudaba a todo el mundo". Tras el funeral, las cenizas del fallecido se trasladaron al cementerio de Salinas.

Fructuoso Moisés Fernández nació en Moreda hace 77 años y salió de Asturias para cursar sus estudios en Madrid. Tras convertirse en ingeniero regresó a su localidad de origen y conoció a su esposa, Raquel Rodríguez, catedrática de Psicología de la Universidad de Oviedo, cuyo padre era capitán de la Guardia Civil en Moreda. Él comenzó a trabajar en la antigua Ensidesa y ella en la Universidad. "Siempre vivimos muy bien y muy felices", comentó ayer el primero de los tres hijos del matrimonio, Moisés Fernández. Su padre compaginaba entonces las aulas con sus labores en la empresa industrial hasta la ley de incompatibilidades del personal al servicio de las Administraciones Públicas impulsada por el gobierno de Felipe González. Y este abuelo de 4 nietos se decidió por la enseñanza: "Le gustaba mucho dar clase y eligió la Escuela de Minas". Durante el funeral, además, su hijo Juan Vicente quiso tener unas palabras de recuerdo para su padre y de agradecimiento para todos los presentes. Le describió como "un referente" y "un gran profesional" y señaló que "amaba a mi madre sobre todas las cosas". El pasado julio, de hecho, la pareja celebró sus bodas de oro en la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Carmen de Salinas. Relató también varias anécdotas de las que se desprende que ni siquiera su larga enfermedad le arrebató el ánimo. "Entre todos tus dones, éste encabezaba la lista", dijo del humor que caracterizaba a un hombre que "vivió dejando surcos en la memoria colectiva".

Día negro para Minas

Ayer fue un día duro para la Escuela de Minas ya que también se celebró el funeral del profesor Blas Arganza. La misa en su honor se ofició en la iglesia de las Carmelitas de Oviedo. El doctor en Física falleció a los 68 años y el entierro se realizó en la intimidad familiar.