"En épocas de frío crecen las necesidades de aquellas personas que se encuentran en situación precaria y hay que atender las demandas de vulnerabilidad energética". Con ese fin, explica Marisa Ponga (PSOE), concejala de Atención a las Personas e Igualdad, se ha creado un "dispositivo específico" para hacer que los fondos del plan concertado del Ayuntamiento y Principado sirvan para echar una mano a quienes no pueden pagar las facturas de la luz, el agua y el gas.

En los meses de noviembre y diciembre se han concedido más ayudas que en todo el invierno anterior pero "eso no quiere decir que haya más pobreza energética". Más bien que el aumento de la partida permite llegar a más hogares. "La administración tiene que ofrecer un colchón social", destaca la edil socialista para resaltar después que "la luz y el calor son condiciones básicas irrenunciables". Apunta también que las ayudas energéticas son complementarias al salario social y al desempleo y celebra el convenio del Principado con las eléctricas para evitar cortes de suministro ya que "es muy positivo y marca un camino a seguir". "La situación de la familia ya es límite y si quiere reconectar el servicio, la familia tiene que pagar una tasa extra".

Por este motivo, quiso también hacer un llamamiento a "todas las personas que se vean en una situación límite" y les ofreció la colaboración del Ayuntamiento. "Pueden acudir a los servicios sociales municipales antes de que se produzca el impago y el corte", señala. Así, pueden tratar de evitar el recargo por contar de nuevo con el servicio e incluso pueden tratar de impedir que les corten la luz.