El alcalde de Oviedo, el socialista Wenceslao López, ha asegurado este martes que el Ayuntamiento ovetense recurrirá las sentencias derivadas de la construcción del Palacio de Congresos Ciudad de Oviedo (Calatrava) hasta lograr que su coste para el Ayuntamiento "sea como máximo cero euros".

En declaraciones a los medios antes de participar en un encuentro con alumnos de dos cursos de formación organizados por el consistorio, López ha anunciado así la intención de la Corporación local de presentar un recurso de casación en el Tribunal Supremo contra la sentencia dictada este pasado lunes por el Tribunal Superior de Justicia de Asturias que reducía en 7 millones de euros la cantidad que el Ayuntamiento deberá abonar a Jovellanos XXI.

Dicho recurso deberá ser admitido antes de ser valorado, con lo que el proceso judicial se prolongará, al menos "unos meses" más. "Esperamos que sea admitido, entonces entraremos en materia", ha abundado.

El objetivo del Ayuntamiento, según ha señalado el primer edil, es lograr un coste "nulo" y no los 18 millones que fija la última sentencia. "El Ayuntamiento ya ha entregado en exceso valor patrimonial para Jovellanos II y Calatrava, no debería haber lugar a que haya ningún coste adicional más", ha reiterado.

Por su parte, el concejal de Cultura, Roberto Sánchez Ramos (IU), ha valorado positivamente que la justicia haya "aminorado" en 7 millones de euros la cantidad que el Ayuntamiento debía pagar a Jovellanos XXI por el Palacio Calatrava. El edil, que ha destacado la labor de los letrados municipales, ha criticado la gestión del anterior gobierno del Partido Popular porque "ha puesto difícil a los abogados convertir esa deuda (25 millones) en cero euros".

Sánchez Ramos ha insistido en que su objetivo es "una enmienda a la totalidad" a la indemnización de 25 millones que los tribunales fijaron para una empresa que "escapó, una vez enterada de que el negocio no servía". El concejal de IU ha insistido en sus críticas al PP por encabezar el "chute de hormigón" que se dio Oviedo durante los años del ladrillo y construir un Palacio de Congresos del que se ha preguntados si era realmente necesario para una ciudad con 220.000 habitantes.