Este año promete para la asociación "Trece Rosas". En aplicación de la ley de Memoria Histórica, la calle Coronel Aranda llevará el nombre con el que se recuerda a las trece jóvenes fusiladas poco después de finalizar la Guerra Civil, la mayoría militantes socialistas y una de ellas, Julia Conesa, una costurera que murió con 19 años y que había nacido en Oviedo. El próximo mes de marzo, además, la asociación empezará a colaborar con la Universidad Popular de Oviedo, a cuya oferta formativa se incorporarán sus actividades.

La asociación "Trece Rosas" presentó su programación y sus proyectos para 2017 ayer, durante su comida anual de confraternización. Fue también el momento de hacer balance y de constatar que va por buen camino, con una apretada agenda de actividades e incorporando nuevos socios: catorce en el último año, con lo que suman ya 94.

El reto para este año, explicaban ayer, minutos antes de sentarse a la mesa, su presidenta, Laura Díez; su tesorero, Maxi Candanedo; y su secretario, Héctor Lasheras, es ampliar fronteras. El ámbito de la asociación es regional pero se mantiene enraizada en Oviedo, donde nació. El año pasado, con el documental sobre las mujeres que dan nombre a las calles de la capital asturiana, "Rostros del recuerdo", hicieron incursiones por toda Asturias, desde Gijón, Avilés y Mieres hasta Grado o Las Regueras. Mil trescientas personas vieron el documental, según los registros de la asociación.

Antes de que acabe este mismo mes de enero, el día 24, tienen previsto proyectar el documental "Tiempo de venganza", dirigido y con guión de Leonor Suárez. Será en el centro comercial del Palacio de Congresos de Buenavista y al acabar habrá un coloquio con la autora y con otras personas comprometidas con la recuperación de la memoria histórica. Para los próximos meses, "Trece Rosas" prepara su presentación en Gijón, que irá acompañada de una exposición. Más adelante, tienen previsto hacer lo mismo en Mieres.

La asociación confía en conseguir en 2017 el local que llevan años solicitando al Ayuntamiento. De momento, se apañan con los espacios que les ceden en los centros sociales y con sus propios recursos personales.