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Saltar obstáculos para ser enfermera

Unos 13.000 candidatos competirán para hacer una especialidad | "Es clave dominar el examen tipo test", subrayan los aspirantes asturianos

De izquierda a derecha, las profesoras María Albuerne Juanco, María Santamarta Martínez (directora de la academia), Yolanda Antuña Crespo y Eloína Martínez García, y las alumnas Covadonga Suárez González, Verónica García Pérez, Ana Castrillo Crego, Irene Mera Prieto y Silvia González González, el viernes, minutos antes de una clase. MIKI LÓPEZ

"Para mí, la mayor dificultad es enfrentarme a un examen tipo test. Hay que tener una buena técnica, y yo soy mucho de arriesgar". Así se expresa Covadonga Suárez González, de Luarca, una de las graduadas en enfermería que se prepara para el examen EIR que se desarrollará en toda España el próximo día 28. Dentro de dos semanas, unos 13.000 candidatos competirán por 994 plazas para realizar una especialidad en un centro sanitario. La proporción es mucho más desfavorable que la de los médicos: "Desanima que haya tan pocas plazas, pero hay que intentarlo", explica la ovetense Irene Mera Prieto.

Covadonga e Irene forman parte del grupo de enfermeros -mujeres, en su mayoría- que desde hace meses preparan en Oviedo la prueba en la que tienen depositadas sus expectativas de futuro. El examen EIR (enfermero interno residente) es mucho menos conocido que el MIR (médico interno residente), pero también somete a los aspirantes a una presión más que notable.

"Es una prueba muy compleja. En primer lugar, porque hay muy pocas plazas. Y una segunda dificultad estriba en que los alumnos de enfermería no están acostumbrados a hacer exámenes de cinco horas", explica María Santamarta Martínez, directora de la academia Formación EIR Principado de Asturias y matrona del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). "Antes, el examen era de 100 preguntas y daban dos horas; en 2012 empezaron a aumentar las preguntas hasta igualarlas con el examen de médicos, o sea, 225", agrega.

Este tipo de exámenes requiere entrenamiento. "Las preguntas son enrevesadas. Pensamos que es igual de importante, al 50 por ciento, cada cosa, saberse la teoría y saber hacer este examen, conocer los mecanismos para que te salga bien. Nuestra academia se basa en enseñar a hacer el examen. No en saber más o menos, porque los alumnos vienen con la carrera hecha", indica la directora del centro, que desde 2009 funciona en la capital del Principado, con un promedio de unos 20 alumnos por año. Entre sus éxitos figuran la tercera clasificada del examen de 2010 y la octava de la edición pasada. "Todos los años tenemos alumnos entre los 500 primeros", precisa María Santamarta.

Silvia González González relata su experiencia como alumna: "Tienes altibajos. Unos días lo llevas mejor y estás más animada, y otros días te apetece tirarlo todo por la borda. Es una carrera de obstáculos". A juicio de Yolanda Antuña Crespo, profesora del centro, "la clave es la constancia, ir aumentando de forma progresiva las horas de estudio y acabar conociendo la metodología tipo test".

Las clases de la academia son los viernes por la tarde y los sábados mañana y tarde. "Facilitamos la asistencia de los que trabajan, y dejamos cuatro días seguidos, de lunes a jueves, para estudiar", señala María Santamarta. "Les aconsejamos que estudien al menos siete horas diarias, como una jornada laboral, y si pueden más, más", puntualiza la directora. El coste de la matrícula es de 1.800 euros, que incluyen el material. "Nuestro gran patrimonio son los profesores. Los libros los preparamos nosotros mismos: letra grande y páginas muy visuales, con todas las preguntas que han salido en el examen desde 1993, todas comentadas", enfatiza María Santamarta. A lo largo del curso, los alumnos reciben 250 horas de clase y realizan 16 simulacros de examen. Además, disponen de una plataforma online con 2.000 preguntas más, y de una tutora.

Irene Mera ya tiene experiencia laboral en el extranjero, donde la enfermería española es muy reputada, como lo demuestran los nutridos contingentes de jóvenes graduados que, especialmente en estos últimos años de crisis, han emigrado a Reino Unido de forma mayoritaria, pero también a Bélgica y a Finlandia. "Soy enfermera vocacional. Quiero ser matrona. Entiendo que el futuro de la profesión pasa por que seamos especialistas; si queremos ofrecer los mejores cuidados, cuanto más preparados, mejor", asevera Irene Mera.

¿En qué consiste la vocación de enfermera? María Albuerne Juanco, profesora del centro y enfermera especialista en salud mental, relata su experiencia: "Mi vocación surgió a los diez o doce años, acompañando en el hospital a una amiga diabética; pasaba temporadas ingresada en el edificio A del Hospital General. El verano que nos conocimos me pasaba allí el día con las enfermeras. Nos dejaban una bata y nos poníamos en el control. Luego, siempre me gustaron las ciencias de la salud y hacer algo por los demás, que es algo que creo que tenemos todas".

Ana Castrillo Crego, de Mieres, relata que su abuela ejercía como practicante. "No tengo pensado qué especialidad escogería. Me gusta toda la profesión", señala.

Aprobar el examen EIR y obtener una plaza, no significa resolver el futuro, pero implica un avance relevante: "Son dos años con trabajo, en los que obtienes una especialidad; te dan puntos; cobras, no mucho, pero cobras, cotizas y tienes un poquito de paro", detalla María Santamarta.

Durante años, en la enfermería española sólo existía la especialidad de matrona. Luego surgió la de salud mental. Hace pocos años se crearon las de enfermería familiar y comunitaria, enfermería del trabajo y enfermería pediátrica. Falta por desarrollar la médico-quirúrgica, a la que se atribuyen muchos seguidores, pues comprende áreas muy atractivas: quirófano, urgencias, UVI, diálisis... "Deberían darse más competencias a las enfermeras. Sería beneficioso para los pacientes. Tenemos formación suficiente, aunque por arriba siempre intentan que parezca que no la tenemos", subraya Eloína Martínez García, profesora de la academia y enfermera de psiquiatría en el HUCA.

La academia ha puesto en marcha este año el Curso PreEIR, destinado a alumnos de cuarto de Enfermería que quieren iniciar ya su preparación, o a aquéllos que, por las razones que sean, estiman que les hace falta más de un año de estudio y entrenamiento. Es el caso de Verónica García Pérez; al terminar el grado cursó un máster y consideraba muy prematuro presentarse al examen de este mes. "Me he inscrito para conocer la mecánica, pero mi horizonte real es el próximo año", señala. Más tiempo para toparse con obstáculos, pero más tiempo también para aprender a superarlos.

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