El jurado popular ha declarado culpable a Jorge Portillo, autor confeso del crimen de la mancuerna. La decisión del jurado ha sido unánime. La jueza será la encargada ahora de dictar sentencia para el asesino de Isabel Márquez. La Fiscalía ha pedido 22 de años y seis meses de prisión.

Los forenses que hoy han declarado en la tercera sesión del juicio contra Jorge Portillo, acusado de matar a su compañera sentimental en noviembre de 2015 con una mancuerna de gimnasio, han asegurado que "los golpes le destrozaron el cráneo a la víctima, Isabel Márquez" y que el acusado y asesino confeso "discierne perfectamente entre el bien y el mal".

Las partes (Fiscalía, acusación particular, abogado del Estado, acusación popular y defensa) han modificado las conclusiones provisionales y concluyen que Portillo mató a su pareja con una mancuerna golpeándola en la cabeza por la espalda en repetidas ocasiones. Además le atribuyen el agravante de parentesco y desprecio de género, pero el atenuante de confesión (por haber declarado en la comisaría de Gijón que había matado a Isabel Márquez antes de que la policía recibiese la alerta por el crimen). Así, la pena máxima solicitada es de 22 años y 6 meses de prisión.

Los psiquiatras y psicólogos que trataron a Portillo con anterioridad al crimen consideran que sufre un "trastorno mixto de personalidad" con un alto grado de "narcisismo", pero descartan que en esos años sufriese episodios de impulsividad.

Los forenses han manifestado también que vieron "un fondo de egoísmo en su confesión" al relatar que les contó su intención de poner fin a su vida. "Dijo que se iba a suicidar pero que en el último momento le vino el pensamiento de que tenía que honrar a Isabel. "Creyó que si se suicidaba, como es creyente no iba a ir al cielo y no podría estar con su novia porque no se había confesado". Han indicado además que, si bien el acusado les manifestó que había ingerido alcohol el día de los hechos, tanto en varios locales como en la vivienda, este no les precisó que cantidad había consumido. No obstante consideraron que si ese consumo hubiese provocado una situación de embriaguez extrema o moderada "recordaría con dificultad el momento en que cometió los hechos, y en cambio les relató lo ocurrido "con detalles".

A preguntas de la abogada de la defensa de Portillo, los forenses han indicado que no consideran que el acusado haya actuado "fruto de un impulso" ya que este les indicó que pensaba que su pareja no soportaría enterarse de que estaba arruinada. ""Casi podemos hablar de un homicidio por compasión, como diciendo: 'La mato para que no sufra'".

Los forenses han insistido que el acusado sufre "trastorno mixto de personalidad que mezcla un trastorno límite y un trastorno narcisista, lo cual nada tiene que ver con discernir el bien del mal ni con ser o no responsable de lo que uno hace", ya que consideran que "tiene una inteligencia normal".

También han declarado por videoconferencia y a petición de la defensa dos psiquiatras que trataron en 2010 al acusado y que han indicado que diagnosticaron a Portillo con "trastorno mixto de la personalidad".