Una educadora de la escuela infantil de Rubín lleva de baja desde el 30 de noviembre y su plaza aún no se ha cubierto. Una situación que comparten en el centro de Colloto, con dos trabajadores de media jornada ausentes. En el Dolores Medio, además, una de las vacantes se ha cubierto realizando cambios de horario dentro de la propia plantilla. El Ayuntamiento de Oviedo no cuenta con bolsa de empleo propia y cuando se producen este tipo de situaciones tiene que recurrir a la del Principado que atiende peticiones de toda Asturias. "Las bajas se intentan cubrir con urgencia pero hay complicaciones", explicaron ayer fuentes de la concejalía de Educación. En ocasiones, el proceso es demasiado largo y en otras no hay personal suficiente para cubrir las demandas de toda la región, lo que lastra el funcionamiento de las escuelas ovetenses.

El Ampa del centro hasta 3 años de Rubín se manifestó ya en diciembre pero no han conseguido que se cubra el puesto. Se trata de una ausencia por motivos médicos que depende de la evolución de la paciente. En un principio, el 30 de noviembre, se calculó que sería de 15 días pero los partes no han recomendado aún la incorporación. Un obstáculo añadido a la hora de enviar un recambio. "Pasamos de la pareja educativa a tener una persona y media", critica, por su parte, Carmen Fonte, madre de una niña que asiste a la escuela infantil Dolores Medio. Representa a un grupo de padres que, en contacto con el Ampa del centro, han empezado a criticar que debido a la escasez de personal "se pierde calidad educativa". Argumenta que para paliar las bajas, "se agrupa a niños y a profesores" por lo que "no se pueden desarrollar las mismas horas lectivas".

Con este sistema, dice, "se cumplen las ratios pero a costa de la efectividad del servicio". Lamenta que cambiar los horarios de los trabajadores, una fórmula para evitar recurrir al Principado, provoca un descenso de las actividades educativas y un aumento de los juegos y el ocio. "El curso pasado tenían dos personas con los niños toda la jornada", señala Carmen Fonte. Éste, asegura, hay muchas horas en las que un solo educador se hace cargo del aula.

Así, se resiente un servicio que juega un papel muy importante en la conciliación de la vida laboral y familiar: "Es fundamental para los padres y madres que trabajamos". La concejalía de Educación es consciente de la lentitud con la que se cubren las bajas y de los obstáculos que esto impone al funcionamiento de las escuelas. De hecho, fuentes del departamento destacaron ayer que "este fue uno de los principales problemas que observó Mercedes González (Somos) al llegar al área". La concejala "no tiene constancia" de los casos concretos que afectan en estos momentos a las escuelas pero prepara ya la creación de una bolsa de empleo propia que le permita hacer recambios de personal sin tener que recurrir al Principado. La futura lista cuenta ya con unos 1.500 aspirantes y los planes de la concejalía pasan por realizar los exámenes en febrero. Y si todo transcurre según lo previsto, en mayo el Ayuntamiento podría comenzar a tirar de estos trabajadores para reforzar la plantilla municipal cuando sea necesario.