Con la cartelería puesta por toda la ciudad, las taquillas del Campoamor llevan dos días vendiendo los primeros abonos de la temporada de Zarzuela -van por medio centenar- pero la actividad está todavía pendiente de ser aprobada. La concejala del PP, María Ablanedo, denunció ayer esta "irregularidad manifiesta" a las puertas del teatro y reclamó a Wenceslao López que "ejerza de alcalde y supervise" la forma en la que el responsable de Cultura, Roberto Sánchez Ramos, está gestionando las actividades de la Fundación Municipal.

Precisamente el lunes está prevista la reunión de su consejo rector, con la aprobación del festival de Teatro Lírico entre los puntos del orden del día, y Ablanedo se pregunta "a qué vamos allí cuando las decisiones están ya tomadas". "Porque ir al consejo rector", denunció, "no es mera cortesía, es la ley, se está saltando la norma, y si no hay respeto a la norma tampoco se está respetando la actividad". La concejala del PP también recalcó que habrá una función menos de cada título en esta temporada de Zarzuela y se preguntó si esa es la forma en la que Sánchez Ramos se propone reforzar la actividad, tal y como había anunciado a finales del año pasado.

Las críticas de Ablanedo tuvieron réplica ayer mismo por parte del concejal de Cultura. Sánchez Ramos explicó que la reunión para aprobar la actividad se debería haber hecho hace semanas, pero no se pudo porque había técnicos de vacaciones. Ante esa situación, decidió seguir con el calendario previsto -hay que tener en cuenta que en la cartelería figura la fecha de puesta a la venta de los abonos- para "facilitar el acceso a las entradas". Respecto a las funciones, Sánchez Ramos explicó que se mantiene el presupuesto, y que el recorte en funciones se debe a que "los programadores plantearon que tres por título era excesivo". "Porque nosotros no regalamos entradas ni queremos ver el Campoamor vacío", zanjó. "Preferimos invertir en producciones propias como la de 'Maharajá'".