Un total de 158 médicos de fuera de Asturias, de las especialidades de cirugía general, ginecología, pediatría hospitalaria y urología, competirán en los concursos-oposición de estas disciplinas que se llevarán a cabo en la región en los próximos meses. El primer examen de estos procesos selectivos está programado para el próximo 18 de marzo. A los candidatos foráneos se suman 186 de la región. En estas oposiciones están en juego 45 plazas: 14 de cirugía general, 13 de ginecología, 13 de pediatría hospitalaria y 5 de urología.

Las cuatro especialidades citadas constituyen el segundo bloque del concurso-oposición de médicos que está convocando y desarrollando la Administración sanitaria regional desde finales de 2016 y a lo largo de este año. Según ha podido saber este periódico, el tercer bloque comprenderá cinco disciplinas: anatomía patológica, urgencias hospitalarias, psicología clínica, psiquiatría y dermatología. En estas especialidades se da por casi seguro que el primer ejercicio será convocado para finales de abril (sábado 22 o sábado 29).

En cuanto al primer bloque, del que la prueba inicial se realizó el pasado 17 de diciembre, el segundo examen -de supuestos prácticos- está convocado para las once de la mañana de hoy en la Facultad de Economía y Empresa (campus ovetense del Cristo). A estos exámenes están llamados los aspirantes que superaron el primer ejercicio en las disciplinas de medicina de familia (260 para 96 plazas), anestesiología (89 para 28 puestos) y radiodiagnóstico (53 para 19 plazas).

Se ha retrasado unos días el proceso selectivo de pediatras de atención primaria, en el que se disputan 17 plazas. Se habían inscrito 114 especialistas, cumplimentaron el primer examen 101 y la primera prueba ha sido aprobada por 90.

Por otra parte, el Servicio de Salud del Principado (Sespa) prevé que el segundo examen del concurso-oposición de medicina interna que el Tribunal Supremo ordenó repetir se ejecute en la segunda quincena de febrero. Se da por hecho que la práctica totalidad de los miembros del nuevo tribunal calificador serán de fuera de Asturias. La Administración quiere extremar las cautelas con el fin de que no se repita lo acontecido en el concurso-oposición de 2011, cuando -según la sentencia del Supremo- se produjeron filtraciones de preguntas a algunos opositores por parte de determinados miembros de la comisión evaluadora.