Los arquitectos vuelven a los años setenta. Lo dice Víctor García Oviedo, vasco afincado en Oviedo, que ha contemplado como su profesión tiene que regresar al debate político y a la movilización de los ciudadanos. Muy vinculado al nuevo equipo decanal del colegio de arquitectos, su preocupación última es el proyecto del área metropolitana central, la solución, afirma, para los problemas de la región.
-El concejal de Urbanismo afirmaba este fin de semana que hay que cambiar el modelo de urbanismo.
-Sí, se habla de un urbanismo sostenible y no especulativo, pero si no se apoya en las plusvalías... Fijémonos en Gijón. Unos hablan del plan de vías y otros de "el solarón". Porque para uno es una operación urbanística y para otros un plan de transportes. Por eso la cuestión es si queremos un urbanismo sostenible apoyado en las plusvalías o un urbanismo sostenible por sí mismo.
-¿Es posible la segunda opción?
-Lo es si lo basas en las actividades, pero no en las actuaciones. La diferencia es importante. Es, por ejemplo, lo que hemos hecho con el Parque de San Francisco. No tocamos nada, no construimos nada. Pero lo que vale para el Campo, ese es el problema, no vale, por ejemplo, para los terrenos del Cristo.
-¿Cómo se resuelve esta encrucijada?
-En vez de mirar aquí hay que mirar al Area Metropolitana Central de Asturias. En primer lugar, porque por una simple cuestión de cantidad, ahí tenemos un modelo económico que pasa por el conocimiento. Ese es nuestro motor. Y el área central no es el problema, es la solución porque, ¿qué ciudad tiene un área metropolitana como esta? Y en segundo lugar, por aquello que decía Keynes, de que el futuro no se adivina, se proyecta. Por eso yo pongo encima de la mesa proyectos concretos para el área metropolitana.
-¿Hay miedo al área central?
-Siempre hubo incertidumbre, y la ciudad, que los arquitectos están legitimados para construir, ha ido tratando de acoger nuevos crecimientos poblacionales. Porque la ciudad siempre es la solución, no el problema. Ahora el gran envite es que la ciudad tiene que ser una máquina productiva por sí misma, y por eso tenemos que conformar unos ámbitos metropolitanos que nos permitan competir con otras ciudades en el mundo. Eso o el modelo Trump, que es el del miedo al futuro, pero para eso hay que parar la historia. Tenemos que defendernos del miedo a no hacer.
-En todo caso, es una propuesta vieja, aplazada durante muchos años.
-Por eso digo que este proyecto lo tiene que liderar el presidente de la autonomía, como cabeza de esa doble condición de Gobierno autonómico y de Diputación. La cuestión es que la mayoría de los municipios no van a resolver sus problemas más que con el área central. Porque Viesques es el parque tecnológico de Asturias, y el superpuerto es el superpuerto de Asturias, o ante el problema de soterrar las vías en Avilés lo que hay que preguntar al ciudadano es si quiere perder prestaciones y tardar más en llegar a Oviedo o a Gijón o antepone caminar hacia el puerto con mayor facilidad y tener una ciudad más bonita. El área central es el gran proyecto de la región. Es la solución para Asturias.
-Hay una propuesta para liderar el proyecto desde los Ayuntamientos.
-Gijón no puede liderar el área central. Ni Oviedo. Es el Gobierno autonómico el que tiene que hacerlo. Y tenemos ejemplos. En Bilbao se crearon sociedades instrumentales importantes en las que estaban el Gobierno autónomo, los ayuntamientos y el Estado. No sé si se llama consorcio o si nos vale una versión reformada de Sogepsa, pero sé que no depende de Gijón ni de Oviedo, y que construir un área metropolitana sin el Estado es prácticamente imposible, ya que las grandes infraestructuras están en sus manos, sean las comunicaciones marítimas, ferroviarias o las cuencas hidrográficas.
-¿Y cuál sería la clave de esa nueva área?
-Hay que generar actividad y nuestra seña de identidad es la educación. Las principales empresas de Asturias son la Universidad y el HUCA. Asturias tiene sus espacios verdes, su marca industrial y agroalimentaria y está a la cabeza junto a Euskadi en el estado del bienestar, pero tiene que competir en Educación y Sanidad. Ahí está, por ejemplo, la Universidad y todo lo biotecnológico, y para eso está la fábrica de armas de La Vega, para hacer un polígono biotecnológico.
-Falta que los ciudadanos lo reclamen.
-Sí, no hay una sociedad civil que demande a las partes que se pongan de acuerdo, y por otra parte es cierto que aquí el ciudadano es dual, es de tal sitio y de Asturias. Algunos no son ni del concejo. Y creo que una consecuencia de esto es que el Gobierno no se considera autónomo y piensa que tiene que ir a convencer a los ayuntamientos.
