El Principado anunció ayer que "no paralizará" las obras que el Ayuntamiento de Oviedo, a través de una escuela-taller, está ejecutando desde mediados del pasado mes de diciembre en el entorno del conjunto histórico de Olloniego. Y todo ello a pesar de que el tripartito no tiene los permisos necesarios para trabajar en la zona, ya que el conjunto histórico de Olloniego (los edificios y el puente) y su entorno están protegidos desde 1991 por la catalogación (BIC). Esta catalogación hace obligatorio que cualquier intervención en un BIC reciba el visto bueno del Consejo de Patrimonio, lo que no ha sucedido hasta ahora.

La afirmación de que el tripartito no tendrá problema alguno para seguir adelante con los trabajos en Olloniego llegó ayer de boca del propio consejero de Educación y Cultura del Principado, el socialista Genaro Alonso. El alto cargo de la administración regional aseguró a la pregunta de que si se van a detener los trabajos en Olloniego que "en absoluto". Alonso, con sus palabras, mostró la intención de evitar roces entre su departamento y el tripartito ovetense, encabezado por el alcalde socialista Wenceslao López con el apoyo de Somos -la marca local de Podemos- e IU. "Buscamos soluciones, no problemas", apuntó el consejero.

Alonso añadió que "las obras (en el entorno del conjunto histórico de Olloniego) van a ser tratadas en la próxima reunión de la Comisión Permanente de Patrimonio", pero ya adelantó que "no va a haber ningún problema". Precisamente está previsto que la Comisión Permanente de Patrimonio se reúna esta semana para abordar ésta y otras cuestiones que dependen del órgano. Según fuentes de Cultura, Patrimonio estudiará el informe que han realizado los técnicos del departamento de Patrimonio que días atrás visitaron los trabajos en Olloniego para conocer de primera mano si las obras han alterado de alguna forma el entorno del conjunto histórico. Pero, a tenor de las palabras del consejero, el dictamen final de Patrimonio será positivo.

La polémica sobre las obras en la zona -largamente reclamadas por los vecinos, que esperan que se rehabilite el conjunto para usar como foco de atracción turística- surgió cuando se conoció que el tripartito arrancó los trabajos sin los permisos necesarios. Desde el Ayuntamiento se hizo público un informe técnico en que se explicaba que se había informado del proyecto a todas las administraciones y organismos que pudieran estar afectados por las labores, en una primera fase de desbroce. Lo que no recogía el informe es si se habían logrado los permisos, algo que en el caso de Cultura no ha sido así, tal y como confirmaron a este periódico fuentes del departamento de Genaro Alonso.