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Los expedientes, munición para la guerra en la Policía Local

Agentes denuncian "retrasos intencionados" en una investigación interna para evitar sancionar a un mando

El ambiente en el seno de la Policía Local de Oviedo no acaba de serenarse después de años de enfrentamientos entre las distintas facciones que se formaron en el cuartel del Rubín durante los más de treinta años -en dos etapas separadas por cuatro años de "retiro" obligado- en los que Agustín de Luis fue el todopoderoso comisario jefe del cuerpo. Ahora el problema se centra en la denuncia de un grupo de agentes de la Policía Local, que afirman que "al menos dos expedientes disciplinarios" contra un mando intermedio afín a Agustín de Luis duermen el sueño de los justos "en un cajón" del cuartel.

La intención, según estas fuentes, sería la de acumular "retrasos intencionados" en la tramitación de los expedientes para que éstos acaben caducando y tengan que ser archivados sin sanción alguna. Las mismas fuentes apuntan que la forma de actuar sería la misma que la que, a su juicio, se puso en práctica para evitar sancionar a los mandos y agentes que fueron condenados por la Audiencia Provincial por insultar y vejar a una compañera, la sargento Mercedes García, que acabó pidiendo el traslado a otra comunidad.

Los expedientes se abrieron en los últimos meses en los que el PP aún ostentaba la Alcaldía de Oviedo, ante la supuesta negativa del mencionado mando intermedio -destinado en aquel tiempo en la Policía Judicial- a cumplir una orden directa de una superior de acudir a varios domicilios a comprobar si los condenados a arresto domiciliario estaban cumpliendo con las instrucciones del juez.

Mientras, en el Ayuntamiento trataban ayer de matizar y aclarar las acusaciones vertidas desde las entrañas del cuartel Rubín. "Los expedientes no están guardados en un cajón. No hay ninguno guardado", apunta Ricardo Fernández (PSOE), concejal de Seguridad Ciudadana y como tal, responsable político de la Policía Local. El edil confirmó a LA NUEVA ESPAÑA que en la actualidad únicamente hay un expediente disciplinario abierto contra el mando intermedio vinculado a Agustín de Luis, y que se lo encontró en marcha tras tomar posesión de su cargo a mediados de 2015. El otro expediente disciplinario se cerró con una falta leve.

Ricardo Fernández asume que los plazos para poder concluir el expediente en tiempo y forma "están muy apuraditos". De ahí el temor que existe en parte de la plantilla de la Policía Local de que el expediente acabe caducando, tenga que darse carpetazo al caso y que la posible sanción al agente -si la hubiera- quedara en el aire. Otras fuentes municipales reconocen que, hasta la llegada del tripartito al poder, el expediente estuvo "dando vueltas de un lado a otro" sin que nadie tomara una decisión. Finalmente, el instructor del expediente, un mando policial, optó por considerar la falta como leve. Pero el agente recurrió y solicitó diligencias complementarias, por lo que el expediente permaneció vivo. Paralelamente, se produjeron dos situaciones que han demorado aún más este proceso. Una, que el agente cayó de baja y no pudo comparecer ante los instructores del expediente para dar su versión de lo sucedido. En este momento, y para evitar que la investigación caducara, se optó por detener el expediente para que así -hay dudas jurídicas sobre que esto sea válido- congelar los plazos.

Otra de las situaciones que se produjeron, y que han dilatado la investigación sobre el supuesto abandono del servicio del agente en el punto de mira, es un cambio en el procedimiento de la instrucción de los expedientes tras una orden dada por la concejalía de Seguridad Ciudadana. Ésta se centra en que los instructores de los expedientes sean funcionarios (técnicos de administración general, TAG) ajenos a la Policía Local y no mandos del cuartel del Rubín, tal y como venía sucediendo hasta ahora, para evitar problemas de corporativismo.

La trifulca por este expediente llega cuando aún no se ha cerrado la polémica por dos supuestas alcoholemias que fueron tratadas de "manera especial", y que llevaron, se cree que a la facción afín a Agustín de Luis, a denunciar que lo fueron por orden directa de la actual jefatura. La instrucción de estos dos casos la dirige el propio concejal, que espera cerrar los dos asuntos en un mes.

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