Dos padres afectados por la supresión de un aula de primero de Infantil en el colegio Nazaret han presentado un recurso de interposición para solicitar al juez que intervenga en favor de su "derecho a elegir libremente el colegio que quieren para sus hijos". El Principado decidió a principios de este curso agrupar a 25 alumnos de 3 años, el número máximo en concertada, en una sola clase. Educación prescindió así de una de las dos unidades con las que habían contado el curso anterior en el centro, cuando había 28 niños. Los padres y el personal docente entienden que la decisión se tomó en respeto de la ratio máxima pero critican que durante el proceso de matrícula se derivaron solicitudes a otros colegios para poder llevar a cabo el recorte. Esta situación es la que ha llevado a Marcial Serrano y a Juan Salazar a emprender acciones legales. Como medida cautelar, piden la "inmediata admisión de los niños y el desdoblamiento del aula en las dos originales".

Ambos aseguran haber formalizado sus solicitudes en plazo. La hija de Marcial Serrano fue enviada a otro centro y a Juan Salazar se le planteó la misma opción. Este, sin embargo, se negó a cambiar su elección y optó por no escolarizar a la niña. En el momento de realizar su matrícula, presentó también solicitud para su hijo de cuatro años, que sí fue admitido en el Nazaret. Una circunstancia que irrita a toda la comunidad educativa y que, a su juicio, tira por tierra que el desvío de estos alumnos se deba a las fechas.

Los recursos, uno por cada familia, llegan después de que el Principado resolviese administrativamente el tema, confirmando su decisión de cerrar el aula de Infantil y rechazando las reclamaciones que padres y personal docente vienen realizando desde que comenzó el año escolar.

Los trabajadores y la dirección del colegio, además, tienen intención de apoyar las acciones legales emprendidas por los padres. "Esperamos tenerlo todo listo para la próxima semana", destacó ayer el profesor José Villaamil. La comunidad educativa del Nazaret esgrime también que el grupo de alumnos entraña complejidades que impiden atenderlos a todos sin desdoblar la clase. Desde que comenzaron a protestar contra los cambios señalaron una serie de condiciones especiales que, a su juicio, favorecen el mantenimiento de dos unidades: dos niños tienen necesidades educativas especiales, otros dos no han aprendido a comunicarse en español y otro más tiene problema de visión.

El comité de empresa del Nazaret, asimismo, ha decidido escribir al consejero de Educación, Genaro Alonso. En una carta firmada por su presidente, José Manuel Cueto, lamentan no haber podido tratar el tema con el personal de Educación pese a los muchos intentos: "Hemos enviado cartas, correos electrónicos e incluso nos hemos personado en las dependencias de la consejería, sin ningún resultado".

En el texto muestran preocupación por que el cierre del aula de Infantil pueda derivar en "pérdida de puestos de trabajo". Advierten al consejero de su intención de ir a los tribunales y añaden que "si se hubiera producido un diálogo sincero entre ambas partes, se hubiera podido llegar a algún tipo de acuerdo antes de dejarlo en manos de los jueces".