La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Caridad Repiso | Catedrática de Música

"En Oviedo encontré el ambiente cultural y musical que yo necesitaba"

"Siempre he sido seguidora de la filosofía de Jiddu Krishnamurti: me fascina su teoría de la educación a través del amor y la libertad"

Caridad Repiso, ante el auditorio Príncipe Felipe. lne

Caridad Repiso Jiménez, catedrática de Música, durante años profesora del Instituto Alfonso II de Oviedo, ha dedicado toda su vida profesional a divulgar la música, su auténtica pasión, de la que habla con contagioso entusiasmo, y a sacarla de las aulas para acercarla a los alumnos a través de conciertos y recitales. Basta escucharla unos minutos para darse cuenta de la fascinación que siente por la música y, también, por Oviedo, donde encontró el lugar ideal para ejercer la docencia y disfrutar de la amplia oferta musical que se da cita en la capital, a la que llegó en 1986. Su primer destino profesional en la ciudad fue el Instituto Aramo. En 1987 pasó al Alfonso II, donde se quedó. De ambos centros guarda un gratísimo recuerdo de los compañeros que tuvo.

Espíritu cosmopolita. "Nací en Loja (Granada) y me formé en Sevilla, Madrid, entre otros lugares. Estudié Música y también Historia del Arte. En los inicios del desarrollo de la televisión, me sentí atraída por el mundo de la electrónica y me metí de lleno en su conocimiento. Interrumpí temporalmente los estudios musicales y saqué un título profesional como técnica en radio y televisión. Estuve tentada de seguir una Ingeniería Electrónica, pero la llamada de la música fue más fuerte. Toco el piano, he dado conciertos y he dirigido coros en Ponferrada. En Oviedo dirigí a un grupo de jóvenes intérpretes integrado por valores de la música que hoy se han convertido en figuras con proyección nacional e internacional. Algunos están en la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA), en el Conservatorio Profesional y Superior de Oviedo, o fuera de Asturias. Algunos han decidido ser concertistas y solistas y tener su propia formación, como es el caso de Aitor Hevia. Otros son Ramón Finca, al que oí tocar por primera vez con 14 años; Marta Teijido, Paula Raposo, Pedro San Martín, que está en Salamanca, y María Rascón, que toca el chelo en la OSPA. También formaron parte del grupo el compositor Jorge Muñiz, Conchita García, Rebeca Bueno y Dimitri Atapín, entre otros".

El potencial musical de Oviedo. "En 1986 llegué a una ciudad con un gran potencial musical, en aquel momento el polo opuesto a Ponferrada, que carecía de tradición musical clásica, pero en cambio descubrí que había grandes voces. Allí forme un coro en el que actuaban alumnos y profesores en todos los actos culturales. Cuando me instalé en Oviedo, como siempre me ha gustado mucho ejercer la profesión, decidí proyectar la música más allá del aula y descubrí un abanico muy amplio de posibilidades para trabajar con jóvenes que destacaban en la materia, todos alumnos del Conservatorio, con una formación muy sólida. Actuábamos en el salón de actos del Alfonso II y en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA. Fue una experiencia inolvidable para mí y creo que para ellos también. Siempre he tratado de apoyar a todos mis alumnos. Con el paso de los años, muchos se convirtieron en líderes, admirados por profesores y alumnos. Otra de las cosas que hacíamos era ir a los conciertos. Llegamos a tener 150 socios abonados a los conciertos de la Orquesta Sinfónica en general y anfiteatro. En Oviedo me di cuenta de que había mucha tradición musical que se estaba perdiendo un poco en los jóvenes. Sin dejar de lado la música que ellos escuchaban, quise ampliar su bagaje cultural. Lograron crear un hábito, que te acompañará toda la vida, y cultivar la sensibilidad musical. La persona que lo hace tiene la posibilidad de disfrutar de todo eso. Me he esforzado en modelar el espíritu de esas personas introduciéndolas en la música culta para que pudieran llegar al deleite que produce sin renunciar a otros estilos, también muy válidos cuando hay calidad".

Entre Kraus y Michael Jackson. "El año que actuó Michael Jackson por San Mateo, recuerdo que yo estaba en la cola del Campoamor para sacar las entradas de la ópera 'Werther', con Alfredo Kraus. A continuación me fui a comprar las del concierto de Michael Jackson. Ambos espectáculos me encantaron. La verdad es que toda mi formación es clásica y siempre escucho ese tipo de música, pero cuando tengo oportunidad de ver algo de calidad lo hago. Una espinita que tengo clavada es no haber ido al concierto de los 'Rolling'. Fue algo histórico".

La filosofía de Krishnamurti. "Siempre seguí la filosofía de Jiddu Krishnamurti. Lo leo desde los años de juventud, cuando estaba prohibido en España, y donde la verdad es que tampoco se conocía demasiado su teoría. Me fascina su filosofía basada en la educación a través del amor y la libertad".

Oviedo, la ciudad perfecta. "Cuando vivía en Ponferrada ya venía a la temporada de Ópera ovetense. Era la más cercana, junto a la de Madrid. La verdad es que en Oviedo encontré el ambiente musical y cultural que yo necesitaba. He ejercido mi profesión con mucha vocación y entusiasmo y nunca ha habido límites entre la profesión y el hobby".

Compartir el artículo

stats