La senda costera entre Pendueles y Llanes se inicia en Pendueles y atraviesa Bufones de Arenillas, Pimiango y Cue, para llegar a la capital llanisca. La singularidad de este sector del litoral radica en la naturaleza calcárea de las rocas que lo componen y en la compleja historia geológica que ha sufrido esta parte de la corteza terrestre. Los ascensos y descensos del nivel del mar ligados a las glaciaciones y a los procesos tectónicos asociados a la formación y erosión de la Cordillera Cantábrica han generado rasas. Los cambios del nivel del mar también han contribuido a la formación de cenotes y bufones, que durante los temporales de mar son capaces de expulsar columnas de agua marina a más de 50 metros de altura.
Desde el palacio del conde de Mendoza Cortina. La senda parte junto al palacio del conde de Mendoza Cortina o de Santa Engracia, hasta un desvío a la derecha. Tenemos otra opción para iniciar la ruta que, si bien no está marcada, es de sumo interés. Consiste en coger el camino que deja el palacio a la izquierda y dirigirnos hacia las antenas ubicadas en un montículo, desde donde tenemos una excepcional vista. Desde allí se coge un camino que sale hacia el sur y que conduce a la senda señalizada. También se puede continuar por los prados hasta el camping y luego descender hasta la playa de Vidiago.
En dirección oeste. En caso de no dirigirnos al camping, la ruta continua por el camino de la izquierda que transcurre, durante un trecho, encajonado entre paredes y setos en clara dirección oeste, hasta la salida del pueblo, donde toma un tramo llano a través de praderas hasta el kilómetro uno. Después se inicia una acusada pero breve pendiente de bajada a través de una zona de peldaños hasta el arroyo de Novales, que se cruza mediante una pasarela. Tras pasar el Novales, la senda transita por la ribera del río bordeada de un frondoso bosque, hasta llegar cómodamente a la playa de Vidiago. En este tramo se encuentran los restos de un antiguo horno de cal y un abrigo prehistórico en el que se localiza un conchero, asociado a los primeros humanos que habitaron estas costas, pero que fuimos incapaces de encontrar. Al llegar al cruce vemos la parte occidental de la playa, también llamada de Bretones. De vuelta al cruce seguimos por la pista durante unos metros hasta que nos encontramos, en una curva, con un sendero que sale a la derecha y que asciende por el talud hacia la rasa costera. Poco después de llegar a la rasa vemos a la derecha la entrada a un prado. Merece la pena acceder a él y dirigirnos ligeramente hacia el este en busca del acantilado que aparece majestuoso.
Un estrecho sendero por el acantilado. El camino se transforma en un estrecho sendero que transita por el borde del acantilado con excelentes vistas. Una vez llegados a una pequeña explanada nos acercamos al camino que hemos dejado anteriormente y que, al poco trecho, nos lleva junto a la línea del Feve, que junto con la autopista rompen el bucólico paisaje. Pronto encontramos una desviación a la izquierda que conduce en pocos metros al pueblo de Vidiago.
Al llegar junto al cementerio, encontramos una desviación a la izquierda que nos lleva a Vidiago. Nuestra ruta continúa por el camino de la derecha y va acercándose a la costa. Aparece algún que otro bosquete de encinas y laureles. Pronto nos sale al paso un desvío a la izquierda que nos lleva a Puertas de Vidiago. Vamos hacia la carretera general N-634. La cruzamos, así como la línea de Feve, para coger la carretera que tenemos enfrente. Seguimos durante escasos metros hasta encontrar una encrucijada. Vamos hacia la derecha y llegamos al aula didáctica del Ídolo de Peña Tu, actualmente cerrada. Obviamos este desvío para internarnos en un pequeño bosque. Al poco trecho la pista da un giro a la izquierda, llegando muy pronto a un ancho sendero que nos conduce al Ídolo de Peña Tu que merece la pena visitar.
La sierra llanisca. Continuamos por el sendero hacia el este pasando por una pequeña área recreativa. Seguimos por el camino que asciende ligeramente, desde donde divisamos la costa de Llanes y los valles interiores, hasta llegar a la zona alta de la Sierra Plana de la Borbolla, toda la costa occidental asturiana y, hacia el sur el Valle Oscuro así como la Sierra del Cuera. Seguimos por el camino que nos conduce a una pradera asentada sobre una turbera. Seguimos por la pista que se introduce en una pequeña vallina y continuamos de frente hasta alcanzar de nuevo la autopista.
El camino de regreso. Pasamos por debajo de ella para llegar a la carretera denominada N-634, por la que seguimos hasta llegar a una rotonda. Aquí continuamos por la primera salida que pasa por encima de las vías de Feve, en dirección a la playa de Vidiago. Una vez en ella volvemos a Pendueles por cualquiera de las alternativas indicadas al principio de este recorrido.
