Las ciudades de tamaño medio, como las del área central asturiana, deben colaborar para crear lo que el arquitecto Alfonso Vegara llama "diamantes urbanos, que funcionan como núcleos inteligentes e interconectados". El objetivo es lograr una masa crítica que consiga alcanzar el concepto de "superciudad", acuñado por el arquitecto alicantino: reductos con alta calidad de oferta cultural y educativa y también activos y dinámicos emplazamientos de intercambio de ideas.

Vegara, que pronunció una conferencia en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA y fue presentado por el también arquitecto y presidente de Tribuna Ciudadana, Alfonso Toribio, explicó que son esas ciudades conectadas las que compiten y cooperan a nivel global.

La teoría de las superciudades, que Vegara, creador y presidente de la Fundación Metrópoli, desarrolla en Singapur, Buenos Aires, o Estambul, y el País Vasco, en el caso de España, es la base para conformar esa nueva visión policéntrica de ciudades desarrolladas en una superficie amplia, que a la vez, funcionan como generadoras de ideas. Miami, en Florida y Oakland en Australia, son ejemplos de ese tipo de urbes interconectadas. Y ese, es, a juicio de Vegara, el camino que debe seguir Asturias, cuya área central tiene como ventaja frente al proyecto que pretende unir Bilbao, Vitoria y San Sebastián, la cercanía entre las urbes de Oviedo, Gijón y Avilés.

"Nunca en la historia de la Humanidad las ciudades han crecido tanto y eso también abre muchas oportunidades en el sector de la construcción, siempre que se hagan proyectos de ecoedificación, cuidando el medio ambiente, sin cometer las barbaridades del pasado", explicó el arquitecto, autor con Juan Luis de las Rivas del libro "Supercities. La inteligencia del territorio". Apoyó sus tesis con datos: "las ciudades medias generaban en 2007 el 11 por ciento de PIB mundial, hoy suponen el 40 por ciento".