Todo empezó con un vídeo. Cuando Wenceslao, Lalo, Sánchez hizo clic para reproducir "Lo importante es el camino, no la meta", quedó totalmente prendado de la historia del profesor sevillano José Manuel Roas y su hijo Pablo. Juntos corren maratones. El joven, de 16 años, tiene parálisis cerebral, no puede caminar y compite en su silla de ruedas. Su padre lo acompaña, justo detrás, empujando su silla a lo largo de los 42 kilómetros que se recorren en este tipo de pruebas. "En una sociedad cada vez más carente de valores, de metas y de ejemplos", destaca el profesor ovetense Lalo Sánchez, "esta historia me emociona". Tanto que ha comenzado a promover su candidatura como premio "Princesa" de los Deportes.
"Soy padre, profesor y corredor y me identifico muchísimo", comenta el jefe de estudios de 1.º y 2.º de ESO del colegio internacional Meres y también miembro de la directiva de la asociación "Amigos de Vetusta, Lancia y Pilares". Ya se ha puesto en contacto con José Manuel Roas, "un tipo muy humilde", "muy agradecido" con el gesto del ovetense. Y le ha transmitido que luchará para que se reconozca su esfuerzo y la humanidad de padre e hijo con un galardón que, a su juicio, "se aleja cada vez más de los ciudadanos". Argumenta que si se sale con la suya, lograría también "dar visibilidad a las barreras que deben afrontar los discapacitados". Muchos se sentirían identificados: "Hay muchas familias con este tipo de situaciones". En algunas ocasiones, añade, los deportistas de talla internacional premiados no acudieron a recibir el galardón y por sus planes pasa que las maratones de José Manuel y Pablo Roas sirvan para "humanizar los premios 'Princesa' ". "Lo altruista y lo humano deben primar sobre lo mediático", añade.
Los corredores, dice, encajan "perfectamente" dentro de los criterios establecidos por la Fundación Princesa y considera que lograr una candidatura ya sería un éxito. El jefe de estudios del colegio internacional Meres ha comenzado a moverse para conseguir el apoyo de quienes podrían proponer a José Manuel y Pablo Roas. "Como docente, es muy importante para mí promover este tipo de iniciativas", asegura antes de detallar que iniciará una ronda de contactos con galardonados de ediciones anteriores, personalidades e instituciones de diversos ámbitos. Como pista seguirá el patrocinio que ha ofrecido el Banco Santander a padre e hijo para participar en la Maratón de Nueva York, una de las más conocidas del mundo. E irá después llamando a todas las puertas ante las que consiga ponerse. Tiene de plazo hasta el 30 de marzo, cuando termina el periodo oficial para la presentación de candidaturas. Todo para tratar de que se reconozca "una historia de humildad y esfuerzo". Porque su ejemplo va más allá de las carreras, donde la atención mediática es mayor. Padre e hijo se esfuerzan en los entrenamientos preparatorios con el mismo tesón que en la propia competición, "mientras hacen vida normal y el padre sigue trabajando como docente", señala Sánchez.
En el desempeño de su tarea tratará también de promover la realización de grandes eventos deportivos en Oviedo en los que puedan reproducirse los valores deportivos y humanos de José Manuel y Pablo Roas. Y lamenta que estas competiciones no tengan en la capital asturiana tanto peso como en otras ciudades del Principado. Como Avilés, por ejemplo, que el año pasado recibió el campeonato mundial de biatlón.
