La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El predominio de un virus gripal agresivo con los mayores duplica los casos graves

El área sanitaria de Oviedo suma 28 ingresos en la UCI y 14 muertes La tasa de mayores de 65 años sin vacunar sigue aumentando

El predominio de un virus gripal agresivo con los mayores duplica los casos graves

El cambio de virus dominante ha provocado este invierno un fuerte aumento de los casos graves de gripe y también de las muertes. Así lo ponen de relieve los datos de la Consejería de Sanidad del Principado, según los cuales sólo en el área sanitaria con cabecera en Oviedo se han registrado hasta la fecha 94 cuadros severos, 28 ingresos en la UCI y 14 muertes. En el conjunto de la pasada temporada se habían computado 57 casos graves, en lo que era la cifra más elevada contabilizada en la región desde que se vigilan este tipo de contingencias. El sistema de vigilancia se restringe al área sanitaria IV; del resto del territorio regional se trabaja con estimaciones. Este año, la búsqueda se ha hecho más exhaustiva.

Desde la Administración sanitaria se atribuye la subida a la irrupción, como virus dominante, del A(H3N2), que pese a estar incluido en la vacuna se muestra más agresivo con las personas mayores. Algunos especialistas añaden dos factores más. Uno, el retraso con el que el pasado otoño se inició la campaña de vacunación, que se sumó al adelanto con el que llegó la epidemia gripal. Un segundo factor que incide en el impacto de la epidemia gripal es la cada vez más baja tasa de personas mayores de 65 años que se vacunan contra la gripe en Asturias. En la campaña de 2015, este índice fue del 55,5 por ciento; en la de 2016, aún sin cifras definitivas, se ha situado en el entorno del 53 por ciento. En 2003, la tasa de cobertura había sido del 67 por ciento, y desde entonces, salvo un leve repunte, no ha hecho más que bajar.

"En los últimos años, los pacientes son menos proclives a seguir las recomendaciones que les damos", señala Margarita Alonso, médico de atención primaria del centro de salud ovetense de La Ería. "La mayoría de los casos graves corresponden a personas que presentan factores de riesgo y que, sin embargo, no se habían vacunado", explica María Fernández Prada, responsable de la unidad de vacunas del servicio de Medicina Preventiva del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). "Que la epidemia de gripe de este invierno haya sido más cruda no responde a una sola causa. Por ejemplo, no habría estado mal que la vacunación se hubiera iniciado antes, pero también es verdad que nadie podía pronosticar que la epidemia se adelantaría un mes", puntualiza la doctora Fernández Prada.

Las vacunas de la gripe de esta temporada contienen tres cepas: dos del tipo A, la H1N1 y la H3N2, y una del tipo B. Hacía años que en los inviernos circulaba de forma predominante el A(H1N1), frente al que muchas personas mayores están inmunizadas de forma natural, y que afectaba con más virulencia a adultos menores de 65 años. La novedad de este invierno radica en que ha tomado protagonismo el A(H3N2), más agresivo con las personas mayores, entre las que proliferan los factores de riesgo.

Desde la Consejería de Sanidad se subraya que no cabe de una composición errónea de la vacuna, en cuyo diseño se siguen las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS): "En España se han analizado en detalle 218 virus A(H3N2) y el 98,6 por ciento son similares al virus de la vacuna, así que no se pude hablar de discordancia", precisaron fuentes de Sanidad.

Compartir el artículo

stats