La licencia de obra para vivienda libre residencial colectiva, es decir, las promociones inmobiliarias, la construcción de pisos, se ha duplicado en los últimos dos años. Si en 2014 se autorizaba la construcción de 124 viviendas, en 2016, según la memoria anual de Urbanismo, han sido 277. La cifra supone un incremento del 123,38% en los últimos dos años y un 56,5% respecto al año pasado, en el que se autorizaron 177.
Los datos afianzan el tímido repunte del sector después del batacazo de 2008, siendo el año pasado el cuarto consecutivo en el que el número de construcción de pisos aumenta. Esos 277 pisos sitúan el sector de la construcción en la ciudad ligeramente por encima de los niveles de 2011. Sin embargo, la cifra está muy lejos de los años de la burbuja inmobiliaria, cuando el ritmo de las nuevas promociones inmobiliarias rozó los 4.000 pisos al año, en 2006, con la autorización para la construcción de 3.990 viviendas.
El parque de vivienda protegida, que repunta en los años de desplome de la oferta privada, sigue parado desde el año 2013. Ninguna promoción subvencionada se ha desarrollado en la ciudad desde entonces. La última vez que se dio licencia para la construcción de pisos con protección fue en el año 2012.
La vivienda unifamiliar también parece que sigue estancada, a diferencia de las promociones de pisos. Las 30 licencias concedidas el año pasado es una cifra ligeramente superior a las 28 licencias de 2015, pero no superan las 33 de 2014. En años anteriores, la cifra de chalés llega a sesenta, el centenar y casi doscientos en los tiempos de la burbuja inmobiliaria.
Para el concejal de Urbanismo, Ignacio Fernández del Páramo (Somos), las cifras de la vivienda libre no son "para tirar voladores" pero tampoco llevan al lamento. "Los datos están todavía lejos respecto a otros años, antes de la burbuja inmobiliaria, pero es verdad que empezamos a tener datos superiores", razona.
Fernández del Páramo atestigua que tímidamente las promociones inmobiliarias en la ciudad están empezando a despertar, pero matiza que esos 277 pisos se pueden resumir a unas pocas pero grandes promociones que se han decidido a comenzar la edificación, tras los años postcrisis.
Más allá, el concejal de Urbanismo analiza que "todavía hay mucho por hacer" en la rehabilitación de vivienda y en la puesta en marcha en el mercado de los inmuebles vacíos.
Los datos de la memoria de Urbanismo del año pasado tienen para Fernández del Páramo más motivos de alegría. La gestión de expedientes en el área de Urbanismo, lastrada por el atasco durante los últimos años, logra mejorar sus resultados año tras año a pesar de que se incrementan el número de expedientes.
Según los informes, en 2016 se gestionaron un total de 25.334 documentos, casi el doble respecto a 2014, cuando el volumen de papeles sumó 18.832. Desglosados por documentos de entrada y documentos de salida, en el primer apartado se pasó de 11.607 documentos en 2014 a 13.434 en 2015 y 14.144 el año pasado. En la salida de documentos, también se han logrado mejorar los resultados, pasando, en los últimos tres años de 7.225 documentos a 10.886 y 11.190, el año pasado.
Ignacio Fernández del Páramo destaca que las mejoras en los datos de salida a pesar del incremento del volumen de papeles merecen todavía más aplauso si se tiene en cuenta la falta de personal, "cada vez mayor, hasta un quinto de la plantilla", protesta. Es, pues, el resultado "del gran esfuerzo de los trabajadores del área". Precisamente Urbanismo fue la concejalía del Ayuntamiento de Oviedo que más personal solicitó dentro de la convocatoria de interinos esenciales propuesta por el área de Personal.
Según Del Páramo, la mejora en la gestión de documentos es el resultado de los planes para la simplificación en la tramitación y la declaración responsable, que facilitan las gestiones y reducen los tiempos de tramitación.
