Por un lado, liberar las tardes para que los alumnos tengan más tiempo para realizar actividades extraescolares. Por otro, que el cambio a jornada continua no mejoraría la calidad de la educación. Estos son los dos motivos principales que, en general, esgrimen los padres del colegio marista Auseva para justificar la postura que defenderán con su voto. Está previsto que a partir del próximo viernes la dirección les consulte si están de acuerdo con que se implante la jornada continua en la ESO. En concreto, cada familia tiene sus horarios y ha hecho sus cuentas para encajar el trabajo, la recogida de los niños, el estudio y el ocio. Deben sopesar ahora si eliminar las clases de las tardes, favorece sus rutinas o las trastorna. "Estoy totalmente a favor de la jornada continua", explicó ayer una madre a las puertas del centro concertado y que, como el resto de encuestados, prefiere que su nombre se mantenga en el anonimato. Tiene un hijo en sexto de Primaria y, aunque el cambio de jornada tendría un impacto más inmediato sobre los 246 estudiantes que ocupan las aulas de ESO del Auseva, a la larga, todos se verían afectados.
"En este cole ponen muchísimos deberes", destacó al tiempo que sumó a esas tareas las extraescolares de fútbol e inglés. El chico adelanta materia en el centro durante el tiempo libre del mediodía pero aún así, le faltan horas. "Llega a las 19.30 a casa y hay días que hasta las 21.30 no termina con los ejercicios que trae de clase", dice la madre. A su juicio, los alumnos "tienen que tener tiempo para hacer las tareas y también actividades". Cree, además, que "la calidad de la educación no se vería afectada".
Otra progenitora que esperaba también para recoger a su hijo de Primaria apuntó que "tampoco está realmente probado que tenga beneficios desde el punto de vista pedagógico". El cambio de jornada, añadió, "no me parece bien". Tiene un hijo en Primaria y opina que antes de realizar la consulta se debieron haber expuesto "las ventajas" de quitar las clases de la tarde: "Que haya unas familias que quieran más tiempo para las extraescolares y otras que no, no me parece fundamento suficiente para hacer un cambio tan importante". Lamenta, asimismo, que no se haya contado con los padres de Infantil, que no están llamados a votar: "Habría que contar con todos".
"Aceptaré la decisión de la mayoría", resaltó una madre de la etapa escolar más temprana. Criticó, sin embargo, que "no nos han dicho nada y somos tan parte del colegio como el resto". Conoce la consulta porque "compartimos la vida del centro" y le gustaría participar "pese a que me afecte dentro de mucho tiempo".
Aunque también hay quien está a llamado a las urnas y no se considera preparado para tomar una decisión cuyas consecuencias se le antojan lejanas. "Es difícil imaginar en qué posición nos encontraremos dentro de siete años. Lo mismo hasta vienen a casa ellos solos", comentó otra madre de Primaria que caminaba bajo la lluvia, paraguas en mano, junto a otra de Infantil. Si con el paso a jornada continua de ESO (ya funciona en Bachiller) se adelantase un poco la salida del resto de las etapas dicen, "tampoco habría problema porque se podrían quedar hasta las cinco de la tarde ".
Un padre que ya daba la merienda a su hija, por su parte, aludió a la conciliación en cada hogar como motivo principal para decantarse a favor o en contra de la jornada continua y alegó que "yo creo que sería mejor. Los niños estarían menos tiempo fuera de casa". No obstante, tendrán hasta el próximo 20 de febrero para meditar su postura y votar. Este periódico se puso ayer en contacto con la directiva del Auseva que, sin embargo, no consideró oportuno realizar ningún tipo de aclaración o declaración.
