La epidemia de gripe ha bajado de nuevo y se sitúa en 56 casos por cien mil habitantes, muy lejos de los más de 600 que se alcanzaron en el pico de máxima incidencia, en la última semana del año pasado. "La enfermedad desciende en todos los grupos de edad, excepto en el de menores de cinco años, en el que aumenta", señala el informe semanal de la Consejería de Sanidad del Principado.

La gripe ha vuelto a niveles bajos, pero se espera que aún se mantenga una pequeña actividad durante algunas semanas más, aunque siempre a niveles leves. Así, está previsto que siga la difusión local, ya que aún se están aislando virus gripales, pese a que han dejado de ser los respiratorios predominantes.

En España, la difusión de la enfermedad también desciende mayoritariamente, aunque sigue siendo epidémica en todas las comunidades, a excepción de Asturias, La Rioja, Navarra y Canarias.

En Asturias, el seguimiento de casos graves hospitalizados se realiza de forma centinela entre residentes del área sanitaria IV (con cabecera en Oviedo) ingresados en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Hasta ahora, se han registrado 112 casos graves. De ellos, el 30 por ciento requirió ingreso en la UCI y hay 18 fallecidos.

Sanidad recuerda que la gripe es generalmente una enfermedad benigna de alta incidencia que produce síntomas respiratorios. Está causada por un virus y se contagia muy fácilmente. Se transmite de persona a persona, principalmente al hablar, toser o estornudar y por gotitas de saliva o secreciones nasales que pueden quedarse en las manos, en otras superficies o dispersas en el aire.

Los buenos hábitos (subraya la Consejería) ayudan a disminuir la transmisión del virus y constituyen la acción más efectiva para protegerse y proteger a los demás.