Con las cenizas del incendio de Pumarín todavía echando humo, el fuego volvió a convertirse durante la madrugada del viernes al sábado en el protagonista de la página de sucesos ovetense. En este caso las llamas se originaron en una vivienda de planta baja situada en el número 24 de la calle Postigo Bajo. El humo derivado del incendio provocó que un hombre que reside en la segunda planta del edificio tuviese que ser trasladado al hospital por los servicios sanitarios "con síntomas leves de intoxicación", explicaron fuentes policiales.

El suceso se produjo alrededor de las tres de la madrugada. Según aseguran los bomberos que estuvieron realizando las labores de extinción el fuego comenzó en un colchón de una de las habitaciones de la vivienda y se propagó "hacia un montón de ropa adyacente".

El humo derivado del incendio subió por la caja de las escaleras afectó a diversas zonas comunes del edificio y a alguna de las viviendas, entre ellas a la del hombre que tuvo que ser trasladado al hospital.

Los bomberos atacaron el fuego con mangueras desde el exterior del inmueble, a través de las ventanas, y también desde el interior del edificio. Para llevar a cabo el trabajo fueron necesarios siete bomberos del cuerpo municipal y tres vehículos especializados.

Una vez que el incendio estuvo controlado los bomberos llevaron a cabo mediciones para comprobar que el nivel de gases no era peligroso para los vecinos. En un principio estaba alto y algunos fueron evacuados hasta que los profesionales ventilaron el edificio y les dieron permiso para volver a entrar.