"Los accidentes estaban cantados". María del Mar Telenti vive al pie de la curva de Santa Marina de Piedramuelle en la que falleció Jhonny Geovannny Álvarez, quien se salió de la vía con su moto en la madrugada del jueves. El joven de 25 años y origen ecuatoriano, que llevaba 15 años viviendo en Oviedo, falleció tras impactar de forma frontal con la puerta metálica que da acceso a una finca situada en el kilómetro 411 de la N-634. A escasos 50 metros perdió la vida otro motorista que rebasó el quitamiedos y salió despedido hacia la misma finca en la que se encuentra la verja contra la que chocó Jhonny Geovanny Álvarez. "Es una curva peligrosa, sin visibilidad", ha destacado esta mañana María del Mar Telenti, que vive en la misma casa desde hace treinta años: "La calzada, además, está levantada".

"La carretera está fatal y hay veces que los vehículos entran a bastante velocidad", ha señalado. Pese a que el tramo está limitado a 50 kilómetros por hora, lamenta que pocos cumplen con la señalización. "La mejor solución sería la instalación de unos semáforos de precaución", ha añadido Balbino Alonso, quien expone que la zona necesita varias mejoras. Uno de los mayores problemas, ha señalado, en la falta de iluminación: "Llevamos 15 años solicitando alumbrado público y no nos han hecho caso. En Sograndio lo tienen y aquí no".

Un problema que, sumado a la ausencia de arcenes, complica la vida de quienes tienen que caminar por el tramo, situado entre dos paradas de autobús. "Yo me pongo chaleco para que los coches me vean mejor", ha señalado Claudia Jiménez, que trabaja como asistenta en una de las viviendas de la zona. Vive en Oviedo y sube cada día a Santa Marina de Piedramuelle utilizando el transporte urbano. "Para caminar no hay nada de espacio", ha lamentado al tiempo que ha criticado que "los vehículos tendrían que pasar a 50 pero hay muchos que no respetan las señales".