El eco de los discursos del fiscal y los tres abogados que ayer argumentaron sus conclusiones sobre la autoría del asesinato de Imran -el bebé de 20 meses encontrado muerto dentro de una maleta hace tres años- aún resonaba en la sala de vistas de la Audiencia Provincial cuando los acusados tomaron la palabra por turnos. Ambos dijeron sólo una frase. "Siento lo que le pasó al niño, pero yo no lo maté", clamó David Fuentes. Segundos después, Fadila Chardoud se acercó al micro para hacer una demanda. "Pido que se le haga justicia a mi hijo, no quiero otra cosa". Sus intervenciones pusieron el punto final a la última sesión previa a la jornada de reflexión del jurado popular, que, en principio, deberá emitir un veredicto el jueves.

El fiscal Tomás Álvarez-Buylla había hablado con anterioridad cerca de una hora. Aclaró que solicita para cada uno de los acusados una pena de 33 años y cinco meses de cárcel. Considera a David autor material de todos los hechos: asesinato, lesiones, maltrato habitual y profanación de cadáver. Mientras que cree que Fadila también es autora de los mismos delitos, pero por omisión. Es decir, sin haberlos ejecutado por sí misma a excepción de la profanación del cuerpo de su hijo, al que habría lavado, envuelto en una colcha y metido en una maleta. "Se deshicieron de Imran porque era una molestia, una carga para ellos".

Cambio de versión

Álvarez-Buylla pidió encarecidamente a los miembros del jurado que releyesen las declaraciones que David y Fadila hicieron ante la policía y en sede judicial. Especialmente lo que dijo David justo después de ser detenido, auto inculpándose del asesinato del niño. Para el fiscal, esa declaración "es la más aproximada a la verdad". Y es que el joven gallego cambió su versión tiempo después echándole la culpa a su exnovia. Además, calificó la intervención de Fadila a lo largo del juicio como "una burla a la justicia, a la magistrada, al jurado y a todos" por usar en su defensa la violencia de género. "No ha quedado acreditado que fuera una mujer maltratada", manifestó el fiscal, que añadió que "la única víctima aquí ha sido el niño".

Belén González defendió con vehemencia a Fadila a través de un extenso y sentido discurso en el que no pudo reprimir las lágrimas. "Yo no me siento sólo la letrada de Fadila, me siento la abogada de Imran, de su tía y de toda la familia Chardoud". Apeló a los sentimientos de los miembros del tribunal popular al decir que "Fadila lo ha perdido todo. Ha perdido su vida. Ella ya no está aquí porque su vida se ha ido con la de su hijo Imran, que era lo que más quería en este mundo". Además, comparó al acusado con el asesino de Marta del Castillo: "David es parecido a Miguel Carcaño porque ha cambiado de versión". Y destacó que su defendida siempre ha dicho lo mismo; que David mató a su hijo y le hizo creer que estaba vivo cuando se marcharon juntos a León.

Sobre la versión actual de David, que asegura que cargó con la autoría del asesinato de Imran por amor, para proteger a la que entonces era su novia, la abogada de Fadila ironizó. "Estaríamos hablando de un santo, de un hombre digno de canonizar al ser capaz de encubrir a su pareja y estar 30 años en la cárcel". Fernández dio su particular explicación al hecho de que su defendida no viera manchas de sangre en su piso después de que, presuntamente, David matara allí al niño: "Imran se desangró por dentro y por eso apenas había manchas en casa. Ella no vio nada raro". Ya en la parte final de su alegato, leyó un durísimo pasaje de la primera declaración de David en el que cuenta cómo mató al niño: "(...) Me miraba con cara de miedo y cogía su osito de peluche. Entonces, lo empecé a abofetear (...)".

La acusación particular, ejercida por el letrado Pablo Díaz Carrera a instancias de la familia de Fadila, acusó a David de cometer todos los delitos al evidenciar que maltrató de manera continuada a Imran, ocultó pruebas, envolvió el cadáver en una colcha " de manera práctica, sin ningún tipo de rito musulmán", y exageró su adicción a la cocaína y el alcohol.

Fernando de Barutell cerró los alegatos defendiendo a David Fuentes. Lo hizo sin apenas mirar al papel, mirando directamente a los miembros del jurado y llamándoles a la reflexión. "Fadila pudo asesinar a su propio hijo. Si tienen dudas sobre la autoría del crimen sean valientes. No es culpa suya no tener claro a ciencia cierta quién lo hizo. Deliberen más de un día si es necesario. Y si este juicio se suspende y hay que volver a hacerlo, no se sientan culpables". El letrado solicitó además cambiar la calificación del delito para que sea considerado homicidio en lugar de asesinato, de forma que la pena pueda rebajarse 10 o 15 años.